Hace unos días los Activistas de Anima Naturalis volvieron hacer el ridículo frente a la Maestranza de Sevilla, con sprays, y granadas de humo, intentaron llamar la atención de todo aquel pasara por allí.

Todo fue en vano, pero se nota la subvención que cobra este tipo de asociación para interactuar en contra de la tauromaquia. Sicarios de palabra, que aluden al tan afamado maltrato animal para intentar prohibir la tauromaquia. Sin preocuparse lo más mínimo de que hay detrás de una de las tradiciones más antiguas de nuestro país. Un sectarismo más propio del radicalismo extremo, que de personas cabales. Recordemos que este tipo de asociación han sembrado el caos en ferias sudamericanas usando artefactos explosivos, sin tener en cuenta las vidas de inocentes que pueden segar.

Realmente no sé si estamos en el mejor momento de la historia taurina, pero lo que tengo claro, es que los taurinos estamos unidos no solo por una tradición sino por un sentimiento. Queda lejos la comprensión de personas así, que valoran la vida animal por encima de la vida humana, que intentan humanizar a los animales y dotarles de sentimientos e incluso en casos extremos dotan al animal del poder de decisión.

Triste fue su concentración con tan solo 17 personas, como tristes son sus ideas. Podría incluso respetarlas si se molestaran en conocer todo este mundo y lo que involucra, pero ni tan siquiera se atreven porque les gusta juzgar sin conocer.