Todo nos pasara factura, porque cuando no se aceptan los errores es muy difícil hacer las cosas bien. Tiene que ser muy difícil pensar en los errores cometidos teniendo un equipo de palmeros detrás en cada momento, alabando todo lo que haces, sea bueno o nefasto para la tauromaquia, las palmas no dejan de sonar.

Dentro de unas temporadas cuando nos echemos las manos a la cabeza porque esto no interesa, porque no hay por dónde cogerlo, porque ya no da para más, diremos – no pensaba que llegaría este día- .

Igual que los 4 mandamientos del toreo, citar, cargar, templar y mandar. De Arriba a abajo y de fuera a dentro. Yo quiero dejar una fiesta integra, honesta, seria y comprometida con los valores y la verdad de la tauromaquia. Para eso tenemos que trabajar desde ya por nuestra fiesta, tenemos que trabajar en el presente para tener un futuro.

5 pasos básicos que cambiarían radicalmente la fiesta de las 5 personas que interactúan directamente con la tauromaquia:

  • Primero, una prensa libre y con verdad, que no saque tajada ni partido por nadie, que sea fiel reflejo de transparencia y que defienda los valores fundamentales que en su tiempo hizo grande a la tauromaquia.
  • Segundo, el torero, las figuras comprometidas con la variedad de encastes, con la verdad en el ruedo, y en las que sean ellos que apuesten por crear emoción y arte a través de la bravura. Que tomen ese riesgo y respondan en los ruedos toreando de todo, sin manipulaciones y vetos.
  • Tercero, el ganadero, dejar a un lado preparar el toro para las figuras, que dejen de buscar ese toro artista que sirve de colaborador para las figuras, y vuelvan a los orígenes buscando la bravura, la casta, con raza y emoción en todos los tercios.
  • Cuarto, el empresario, intentar mirar por el aficionado creando carteles más atractivos, diferentes y llenos de variedad. La imaginación tiene que estar a la orden del día, y obligar a las figuras a comprometerse con los cambios. Que el empresario solo sea eso, empresario, y que se dedique a gestionar sus ferias y plazas, y no sean ni ganaderos, ni apoderados, para sacar partidos e imponer criterios o toreros.
  • Quinto, el aficionado, pedir una fiesta con verdad, emoción y pureza. Que se hagan oír, y que promuevan el rechazo de los carteles repetitivos, los afeitados, y demás trampas dentro de los ruedos.

Estas 5 sugerencias servirán de comienzo para cambiar el mundo taurino actual, lleno de vicios y defectos, que solo consiguen generar cada vez más desilusión, enfado y falta de interés.

 

Por Juanje Herrero

Fotografia Andrew Moore