Ultima de Mont de Marsan, que ha dejado cosas muy destacadas, y ha podido verse detalles de muy bella factura. Los toros de Adolfo Martin eran serios, bien presentados, que gustaron al tendido frances. La terna estaba formada por Alberto Aguilar, Emilio de Justa y Alberto Lamelas, toreros conocedores ya de estos encastes denominados «duros» y con una gran predisposicion a vaciarse delante de un toro dificil.

Gran Emilio De Justa, Mala suerte de Lamelas

 

Empezo Alberto Aguilar, hoy director de Lidia, con un toro de Adolfo que salio fuerte, mirando todo, toro listo, le fue comiendo terreno con el capote y no lo pudo saludar a gusto, en el caballo tuvo un comportamiento desigual, mucho en el primero poco en el segundo apreto el toro!. Cogio la muleta Alberto, toro complicado, saco el sentido de la casa, en una de esas quedo a mitad de la embestida y lo cazo sin consecuencias, por suerte, tuvo mucho merito Aguilar ante un toro que aprendio mucho, acabo sacandole tandas de poder. Mato de estocada pero tardo en caer. Vuelta al ruedo.   Lo saludo bien Agular en el segundo y cuarto de la corrida, lo dio veronicas de gusto, en el caballo el toro se fue de largo y empujo pero acabo durmiendose en el peto en el segundo, un quite muy torero propino De Justa con chicuelinas por abajo y una revolera de remate. Alberto sabia que tenia un toro que humillaba, tenia casta y bravura y ese punto de nobleza, le toco por ambos pitones, lo toreo despacio y sobre las piernas en ocasiones, lo alargo la embestida y hizo un toreo muy compacto, macizo, lastima que termino pronto y fue emborronada. Pinchazo y estocada. Silencio.

EL primero de Emilio de Justa y segundo en la corrida, fue una clasica de esas llamadas «alimañas» se oriendo cada vez mas, un toro que aprendio rapido, tuvo un buen comportamiento en el caballo, se arranco de largo. En la muleta las cosas fueron distintas, se quedaba a mitad, Emilio tuvo que tirar del toreo de piernas, para sacarle series meritorias, aunque el toro sabia donde estaba en todo momento, faena compacta, y con sabor. Fallo con la espada. Silencio.  El quinto no pintaba que iba a ser diferente al otro, ya le comio los pasos en el capote, en el caballo fue de mas a menos, de largo a ponerlo a excasos metros. Con la muleta planteo un faena sobre las piernas, con mucho arte, el toro no iba a poner de su parte, lo fue alargando De Justa hasta sacarle tandas contundentes, lo paso a la mano izquierda y dejo muy buen sabor, faena meritoria, que De justa no olvidadara recientemente. Estocada pero tardo en caer, descabello. Oreja.

Alberto Lamelas,  salio el tercero, tipo clasico de la casa, lo fue enseñando con el capote, en el caballo dio un espectaculo fue de largo tres veces, aunque fue de mas a menos,  fue el mejor juego en el caballo de la corrida. Cogio la muleta, en las primeras serie se le quedo corto y recibio un puntazo, pero no se dejo amedrentar, Lamelas que saco el orgullo, se puso a robarle pases y de poco, construyo una gran faena que su cenit fue unos grandes naturales, todo se emborrono cuando cogio la espada. Mato mal. Silencio.   Ultimo de la corrida, lo saludo con valentia, con gusto, puso alma en esas veronicas y lo remato muy torero con una revolera, toro grande el de Adolfo, se esperaba mas en el caballo de el, apenas apreto y le costo meterse. Faena solida, las baso en las piernas y en las ganas, el toro no ayudo nada, dejo las embestidas en las dos primeras tandas de Lamelas, y luego ya paso obligado y pegando hachazos,  valiente y torero estuvo Lamelas, Mal estuvo con la espada, sino hubiera tenido mayor recompensa. Vuelta al ruedo.

 

Por Juan Infestas Perez

Fotografa Isabelle Dupin

Agradecimiento especial a Isabelle Dupin