Se lidiaron toros de Victorino Martín complicadísimos, serios, veletos, de una presentación soberbia, pero que a penas dejaron que sus lidiadores pudieran alcanzar el éxito.

Curro Díaz pecho con el lote imposible, sin opción alguna que solo le permitió dejar esbozos de su inenarrable torería. Tuvo que matar el segundo de Emilio de Justo por el percance de éste y resultó ovacionado en los tres enemigos que tuvo enfrente.

El Cid hizo un esfuerzo grandísimo porque la papeleta era complicada. pese a todo, a su primero, a base de jugársela y con uno de los toros con más opciones, Manuel Jesús logró cortar una merecida oreja, siendo ovacionado en el segundo de su lote.

Emilio de Justo acudió a Bilbao con aires de torero grande y lo demostró. No es ningún gracioso el diestro extremeño, yo diría que todo lo contrario; un torero con vitola de figura del toreo que, sin duda, al paso que va lo logrará en muy breve espacio de tiempo. Digamos que le arrancó una oreja a su primer enemigo y éste hizo lo propio con el diestro puesto que, tras la voltereta, Emilio salió con la oreja colgando.

No acudió la gente a la plaza puesto que, la pobre entrada certifica que en Bilbao apenas quedan aficionados. Es cierto que la lluvia condicionó la tarde pero, era un cartel interesantísimo, con unos toros que han triunfado n repetidas ocasiones en dicha plaza, pero no se reverdeció laurel alguno, todo lo contrario. Muy triste todo porque si había un cartel digno, interesante, apetecible y enamoradizo para el aficionado, era el que ayer se dio cita en Bilbao.