Durante estos días de excepcionalidad, cuyo alcance social y económico aún no podemos concretar con exactitud, aunque no prevemos nada halagüeños, desde torosdelidia.es nos hemos propuesto acompañarlos noche tras noche. Y como lo seguidores sabrán, cada noche entrevistamos, a partir de los directos de Instagram, a personalidades del mundo del toro. En la jornada de ayer, tuvimos el placer de compartir un más que interesante coloquio con cuatro defensores del encaste de Santa Coloma: Álvaro Conradi, Alberto Manuel, Goyo Quintas y Víctor Huertas. Todos consternados aún por el fallecimiento de don Borja Domecq, a quien todo recuerdo será poco.

«Nobleza la justa, sobretodo queremos bravura», Álvaro Martínez Conradi

La noche la inauguró Álvaro Conradi, ganadero de La Quinta. Quizá quien conserve la más pura línea de Buendía, con el permiso de la familia Buendía y Flor de Jara. Defensor de su encaste y las condiciones inherentes al mismo: clase, humillación y casta. Los resultados lo avalan. Se mostró preocupado por el escaso compromiso de muchos toreros con los encastes minoritarios. Vaticinó cuán de positivo sería para la fiesta lo contrario. Nos habló de la mirada especial y desconcertante de los toros de Buendía. De sus armónicas y bellas hechuras, de sus pelos cárdenos. No desaprovechó la ocasión para lamentar las dificultades de todas las vacadas de tan insigne estirpe.

«Poseemos las tres líneas de Santa Coloma, bien definidas, Buendia, Graciliano y Coquilla», Alberto Manuel.

Le siguió Alberto Martín, ganadero y empresario taurino. Irradió positivismo ante la situación que nos espera. Iluso o no, nos reconfortó a todos. Admirable su faceta ganadera, que se emprendió cuando compraron el hierro de Hernández Pla-San Martín a Ignacio Huelva, quien tuviera en su día cinco. Sin embargo, su labor no se limita a lo de Santa Coloma, sino que también tiene el hierro de Carmen Valiente, procedencia del Marqués de Domecq. En todos sus toros, busca la bravura, esa virtud especial, y no menos rara, que conduce al toro a luchar por su vida en cualquier contexto. Además, animó la tertulia con anécdotas que le han acaecido en su labor ganadera: por ejemplo, a dos de sus primeros sementales. Uno de ellos se partió el pitón mientras acometía contra un lugareño en busca de espárragos. Sin embargo, no menos inquietante es la historia de otro semental, que mientras permanecía con el lote de vacas desapareció. Aún se halla en paradero desconocido. Grandezas y extravagancias del campo bravo.

«Tengo que tentar cada encaste por separado, porque a cada uno le exijo cosas diferentes», Goyo Quintas

Si tuviera que definir al tercer invitado de la noche, sería calificándole de romántico. O caprichoso, como él mismo hizo. Goyo Quintas tiene en propiedad tres sangres: Martínez, la tradicional en su familia; Domecq, desde principios de la década de los 90; y Santa Coloma vía Buendía, tras la reciente adquisición a Flor de Jara. También probó suerte con Atanasio Fernández. Envidiable, ¿verdad? Nos relató las principales diferencias entre tan disparejas procedencias. Incluso, nos confesó la necesidad de abstraerse entre los distintos tentaderos de cada procedencia. Algunos novillos de Martínez reciben hasta un total de quince puyazos, siendo el máximo de diecisiete. ¿Comprenden por qué hay que abstraer? Anécdotas y chascarrillos de una vida, de una familia, dedicada al toro. Enamorado del encaste Martínez, otrora en la cúspide de los ganaderos. De expresión singular, “de locos”, y mayor belleza en el campo.

«El mundo taurino nos hemos relajado y no hemos sabido fomentar la tauromaquia fuera de nuestro entorno» , Victor Huertas

Y puso el punto final, Víctor Huertas, que, además de ganadero, es veterinario de profesión y exvicepresidente de la FEDELIDIA. Tampoco es mal currículum. Algo más pesimista en el balance de la crisis que estamos viviendo. Tras repasar las procedencias de su ganadería, las tres sangres de Santa Coloma, nos ilustró en la faceta diaria del ganadero. No dudó en hacer autocrítica del sector por la débil situación que vive. Y ello nos lo ejemplificó a partir de su labor como docente de veterinaria. Además, nos respondió a preguntas, en su condición de veterinario, sobre el tercio de varas. Defensor de una puya más pequeña y de una más pulcra ejecución de la suerte.

Y esta es la breve reseña acerca de la tan interesante charla que ayer mantuvimos. Esperamos que alcance al máximo de nuestros seguidores. Como la situación no aparenta remitir en un plazo breve de tiempo, nosotros seguiremos acercándoles el mundo del toro. Esta noche con la compañía de Juan Mora, José Antonio y Tomás Campuzano. ¡Les esperamos!

Por Francisco Díaz