Por José Carlos Gómez. Fotografías de Andrew Moore.

Primer cartel de NO HAY BILLETES en la Feria y ya se sabe lo que dice el dicho: TARDE DE EXPECTACIÓN, TARDE DE DECEPCIÓN, pero hoy no se ha cumplido esa máxima. Hoy la tarde era de expectación, pues había en el cartel tres toreros de los que se puede esperar todo y todo bueno. No había tanta confianza en el comportamiento de los toros, pero mira por donde, los Cuvillos han sido encastados. No bravos, pero si han tenido casta y la han sacado. Han tenido sus matices, por supuesto. Han manseado en varas y también se han arrancado de largo. Han salido sueltos del caballo y han apretado en banderillas. Han sido distraídos y han tenido fijeza a la vez. Su único pero, como es habitual en esta ganadería y en casi todas, ha sido la falta de fuerzas.

 

En la Feria de Abril de 2016, quien suscribe estas líneas recomendó al ganadero, deshacerse de la vacada y empezar de cero. Entonces los toros de hoy ya pastaban en la dehesa y hoy han marcado el camino que debe seguir la vacada. Los toros más importantes han sido los menos Domecq y los más mezcla de las distintas sangres que conforman la ganadería. El quinto era un Veragua puro y el tercero tenía ese aspecto Conde de la Corte tan peculiar.

 

Antonio Ferrera abría la tarde y vaya que si la ha abierto. Lleva ya unas cuantas temporadas en un momento cumbre. En un momento de madurez y claridad digna de los elegidos. Ese saber estar en la plaza, saber andar delante de los toros, estar siempre bien colocado, en sus toros y en los toros de los compañeros. Es una delicia verle estar por la plaza. La manera que ha tenido de sacar del caballo al tercero (primer toro de Alejandro de Talavante) ha sido de lección maestra.

 

A su primer toro lo ha fijado con el capote en los lances de recibo con una facilidad pasmosa cuando no es fácil lo que ha hecho, sino todo lo contrario. Con que torería lo ha parado y lo ha llevado prendido del vuelo del capote. Maestría creo que es la palabra que mejor lo define. El toro ha sido noble en la muleta y muy justito de fuerzas, pero Antonio Ferrera lo ha entendido a la perfección y ha sabido darle las distancias precisas para que el toro tuviera esa arrancada que permitiera darle esos tres o cuatro muletazos necesarios para que el tenido también se metiera en la faena y amén que Antonio Ferrera lo ha hecho. Faena breve pero magistral y oreja justa al esportón. Los naturales con la mano derecha cuando ha dejado el estoque clavado en el albero han sido de una gran pureza.

 

Empezaba bien la tarde, y el segundo de la tarde, un verdadero invalido nos ha devuelto a la realidad. Esto es ponía cuesta arriba, y ya empezábamos a pensar que la tarde se torcía y no habría remontada. El peor toro de la tarde con diferencia y como consecuencia de su condición física. José María Manzanares tampoco ha estado pletórico de ideas, pues su colocación fue siempre defectuosa al estar al hilo del pitón, sin cruzarse y rematando los muletazos para afuera. Sin decir que no ha estado, podríamos decir que tampoco ha estado el torero en la plaza.

 

Decir que Alejandro Talavante ha estado, no bien, sino más que eso, deja abierta la imaginación, pero si matizamos diciendo que ha estado espléndido, ajustamos más la explicación. Se ha doblado por bajo con este toro y lo ha metido en la muleta con cuatro muletazos. Con cuatro. Así de simple. Un toro distraído; un toro que amenazaba con irse a la finca si le habrían una puerta, ha metido la cara en esos doblones de Alejandro y ha roto a bueno. El toreo al natural de Alejandro Talavante no lo vamos a descubrir ahora, y por supuesto no lo vamos a explicar. No lo vamos a explicar, porque sencillamente no se puede. Hay que verlo. Faena de dos orejas que se ha quedado en uno por su mal uso del acero. La estocada trasera ha estropeado la obra de arte realizada con la muleta. Pese a eso el público de Madrid no ha dudado en pedir la oreja y la presidencia en concederla.

 

Con estas buenas sensaciones y con la corrida remontada después del bajón del segundo del toro, saltaba a la arena el cuarto y ahí nos hemos llevado otro disgusto. El toro quería más no podía. Sus fuerzas solo le permitían querer, pero no poder. Pese a eso Antonio Ferrera ha dado muletazos sueltos de enorme calidad, pero cuando no hay un toro que ponga la emoción necesaria para completar el conjunto, es imposible que los aficionados participen del toreo y si eso no es posible esto no tiene sentido. Lo peor el metisaca infame con el que ha pasaportado al toro.

 

Minuto de silencio por la muerte de «Gallito».

Sonaron clarines y timbales y todo el mundo estaba esperando ver la reacción de un José María Manzanares que fue pitado a la muerte del segundo de la tarde y que tenía que reivindicarse, pues Antonio Ferrera ya había cortado la oreja del primer toro y Alejandro Talavante la del tercero, y aún faltaba el sexto. El jabonero sucio, pues ese era el pelaje del bello toro de Núñez del Cuvillo ha sido un buen toro. Ligazón y temple. Con esas dos virtudes podemos definir la faena del torero alicantino al muy veragüeño toro. Ahora si ha estado Manzanares cruzado, bien colocado en el terreno y en la distancia. Faena de matices y oreja al esportón. Posiblemente, habrá quien califique la oreja de saldo, y es posible que tengan sus argumentos, pero algunos no le perdonan a este torero ser hijo de otro excelente torero amado y odiado a la vez en Las Ventas, y no le perdonan que ya haya abierto en otras ocasiones anteriores la Puerta Grande de Madrid, y no le perdonan que sea tan buen torero. Es posible que si hubiera sido la faena al primer toro de la tarde no la hubiera cortado, pero era el quinto y estábamos disfrutando de una buena tarde de toros. Eso para mí es suficiente.

 

Nos quedaba el último toro y la Puerta Grande de Las Ventas estaba medio abierto de par en par esperando que Alejandro Talavante hiciera lo que se esperaba de él y que no era otra cosa que abrir la otra media puerta. El toro ha sido bravo. Sin más. Un toro que se ha arrancado al caballo de largo, que no se ha repuchado, que ha empujad y que ha derribado. Un toro que ha querido imponer su ley y que se ha encontrado con un torero que lo ha dominado de arriba abajo. Un sensacional Alejandro TalavARTE, permítanme jugar con el apellido del matador. Lástima que cuando todo Madrid ya estaba soñando con esa salida a hombros hacia la calle de Alcalá, Alejandro ha cometido el terrible erro de pinchar con el estoque y arruinar su salida a hombros. Lástima.

 

En definitiva, hemos pasado una gran tarde de toros. Nadie se ha aburrido y hasta los turistas habrán entendido el por qué de nuestra amada fiesta de culto al TORO. Mis felicitaciones al ganadero que ha lidiado una interesantísima corrida y mis felicitaciones a los toreros que con su actuación hoy han honrado la memoria de José Gómez “Joselito El Gallo” muerto hoy hace 98 años en Talavera de la Reina y la memoria de todos los toreros caídos.