De un tiempo hasta esta parte, cada vez se hace más patente el postureo que existe en nuestra sociedad. En nuestro día a día. -¿En qué consiste el postureo? – “El término postureo es un neologismo acuñado recientemente y usado especialmente en el contexto de las redes sociales y las nuevas tecnologías, para expresar formas de comportamiento y de pose, más por imagen o por las apariencias que por una verdadera motivación.” En definitiva presumir, presumir y presumir, sacar pecho al más puro estilo siglo XXI, todos hemos pecado alguna vez de eso, aunque sea inconscientemente.

Ahora y a día de hoy ha llegado el postureo en el mundo taurino, con el toro, con el torero, un habito en la que gente presume ante cientos de desconocidos lo “tal” aficionado que es, que llega ser o que intenta ser. Los selfies con la figura de turno o el ganadero, es algo muy habitual, un “padre nuestro” del que “posturea”. Todo esto no sería tomado en cuenta, incluso podría ser positivo como campaña publicitaria para promover la tauromaquia y difusión de la fiesta.

Evidentemente que toca hablar del tan socorrido, “pero”, Que tal si se hablase con esos cientos de personas, y se las preguntara cosas básicas de la tauromaquia, como que tipo de encastes se encuentran en el campo bravo, de donde vienen cada uno, cuales son los cánones del toreo, o quien era “El Califa”, “Belmonte”… o “Cesar Giron”, apenas un puñado de esos “aficionados” –ironia- que tantas fotos ponen y hacen sabrán contestar a la pregunta, triste realidad, la gente no sabe de toros, pero lo que es peor… es que no quiere aprender.

He visto varios videos, en plazas tan diversas como La México, La de Acho, o la de Salamanca, en la que una persona se dedica preguntar a los espectadores antes de entrar a la plaza, preguntas simples del día de la corrida, como, – ¿Quién torea hoy?- , – ¿Que encaste tiene la ganadería?, preguntas todas cabales, que se quedaron en un tartamudeo constante, típico… mmm, ehhh… bueno pues… triste pero cierto.

Ahora se comprende lo manipulable que pueden ser este tipo de personas en manos de ciertos medios de comunicación que ningunean la verdad.

La fiesta de los toros siempre se ha nutrido tanto de aficionados como de espectadores o simpatizantes, en general. Tiene que existir todo tipo de adeptos a la tauromaquia, porque todo tiene su relativa importancia. Pero ahora es muy común que salga mucha gente a la palestra, diciendo lo mucho que aman el mundo del toro, lo mucho que les llena y a todos los eventos que van sin leer ni un solo libro sobre la tauromaquia, sin querer involucrarse realmente en esta idiosincrasia, esta ceremonia tan pura como bella, que es la fiesta brava.

En la era de la información, con un sinfín de conocimiento a nuestro alcance, con muchísima documentación, libros, artículos, reportajes, documentales, etc, que no ofrece internet… el taurino de “postín”, el aficionado de “postureo”, el aficionado de “moda” no les interesa, lo ven como una pérdida de tiempo, leer y aprender, “-Quita, Quita, que no tengo tiempo para dedicar a lo que es mi pasión”- .” –Prefiero hacerme 4 fotos, y tomarme una copa que así quedo mejor-“, aunque le ponga un tono irónico, no quita para que mi decepción sea dura.

Así va a ser difícil remontar, porque necesitamos una regeneración en nuestra fiesta y estos a su vez crear más aficionados, convertir espectadores en aficionados cultos y lícitos, con opiniones propias y variadas, y eso solo se consigue con cultura y conocimiento de la amplia gama que ofrece la tauromaquia. No debería ser un sacrificio aprender de lo que te gusta, de lo que amas y defiendes, sino un placer, cuanto más conocimiento portemos en nuestro interior más difícil será manipularnos, y más fácil será sacar nuestras conclusiones y comparar.

Una foto está bien, no es ningún delito, pero acompañarla de un libro leído sería ideal. Intentar crear afición a base de conocimiento es algo necesario para aguantar los tiempos difíciles que nos quedan.

 

Por Juanje Herrero