Pedro Mentira Sánchez está tan a gusto en su palacio que, ante todo, nos quiere mostrar cercanía como si fuésemos amigos suyos de toda la vida y, claro, lógicamente, nos tutea, privilegio hasta ahora solo para su majestad El Rey pero que, este hombre ególatra hasta la locura, como decía es capaz de tutearnos como si nos conociésemos de toda la vida. Así es el socialismo, pura cercanía, aunque nos muramos de hambre. Cuando veo a este hombre y compruebo sus acciones, no las de ahora por culpa de la pandemia, sino en todas las que ha llevado a cabo desde que está al frente del Gobierno, me entra pena infinita que, como es lógico, no me deja dormir. Eso sí, no suframos nadie puesto que como ya somos todos coleguitas y amiguetes de Sánchez, juntos sortearemos el hambre; juntos sí, pero él no estará entre nosotros los que pidamos un bocadillo de calamar.

El problema que nos azota está ahí, la pandemia no se ha marchado pero, fijémonos que cosas tiene el destino que, dicha enfermedad le ha servido al tipo para pronunciar mítines a cada dos por tres, eso sí, con la salvedad de estar una hora hablando y no diciendo nada; nada que tenga relevancia o, en el peor de los casos, esperanza para los españoles. Lo de los mítines televisivos los inventó Hugo Chávez, los reeditó Nicolás Maduro y los hace suyo Pedro Sánchez. Es decir, los dictadores no pueden vivir sin tener una televisión a mano para contarles a sus compatriotas la sarta de tonterías que salen de su boca.

En el mitin de hoy, con una hora de duración, ha sido todo un castigo para los españoles que, en realidad, queremos soluciones, nunca promesas baldías y, lo que es peor, falsas. Si analizamos la arenga del presidente debemos de haber nota algo importantísimo que, en realidad, raya en la locura, en la de él, claro, porque los españoles, ante la pregunta del acojonado periodista puesto a dedo para que no moleste, cuando éste le ha formulado la pregunta del año, Sánchez le ha dado una larga cambiada que no la supera ni El Fandi.

Le pregunta el periodista: ¿Cree usted que pudo afectar para algo la manifestación que hicieron ustedes el 8 de marzo? Es decir, la pregunta bien es cierto que venía a cuento pero, el sagaz Sánchez no se ha dado por enterado y le ha respondido: “Pues mire usted, las nubes que estamos viendo amenazan lluvia pero, no podré decírselo hasta la noche” Y se ha quedado más ancho que largo. Es decir, he utilizado una metáfora como respuesta porque Pedro El Cruel no ha tenido valor para responder; eso sí, el mitin ha durado una hora de reloj para que, como siempre, tras escucharle nos quedemos todos más tristes que el día anterior.

Sus promesas son espectaculares puesto que, si le dejamos hablar y no hubiera que tomar soluciones para los millones de personas que nos quedaremos sin nada, su discurso es perfecto. Lo triste de la cuestión es que luego tendrá que enfrentarse a la realidad de lo que está pasando en España que, toda la culpa no la tiene, pero su necedad tomado decisiones erróneas y equivocadas son un clamor.

Eso sí, en plena epidemia, su protegido Tezanos le hace una encuesta a medida diciéndole que, de haber elecciones en este instante, Pedro Sánchez sería el ganador. La cuestión no es que Pedro Sánchez nos crea idiotas; lo peor es que le paga a un tipo para recordarnos que todos somos idiotas. Así funciona este país pero,  habría que recordarles al guapo de la Moncloa y sus huestes qué, esto ha empezado muy mal pero, barrunto que terminará peor y, la tribu de iluminados que le votó, en el momento en que les falte el pan, algo que sucederá antes de que termine el mes de abril, veremos si siguen empecinados en votar hambre y miseria.

Según hemos podido saber, el colapso en la administración es tan grande que, la mayoría de los parados que han entrado en los ERTES determinados no cobrarán el paro hasta el 10 de mayo, lo que nos hace sospechar que, para esa fecha, muchos de los damnificados no tendrán para comprar el pan y, todos, sin distinción tendremos que ir a La Moncloa para el bocadillo, todo ello al más puro estilo bolivariano puesto que, entre dictadores se mueve el asunto. Eso sí, Sánchez pone una carita de demócrata en la televisión que es para acudir allí y comértelo a besos.

En la imagen, Pedro Sánchez que, con esa carita no me dirán ustedes que no es para comérselo a besos.