La bella ciudad de Játiva no podrá celebrar como en verdad le corresponde, el centenario de su plaza de toros que se cumple en el año actual. Una auténtica pena puesto que, dicho inmueble, con la de historia que tiene a sus espaldas, merecía todos los honores al respecto para dicha solemnidad pero, lo que  no contaban en Játiva es que un tipo funesto, en calidad de alcalde, llamado Roger Cerdá, se encargaría de truncar las ilusiones de los miles de aficionados xetabenses que alberga dicha ciudad.

Ahora, en los tiempos que corremos, los alcaldes actuales gobiernan para quién ellos les da la puta gana; es decir, como se trata de muchos consistorios sociatas, para estas gentuzas lo de los toros les repatea porque se amparan con el proteccionismo animal, pero jamás he visto a socialista alguno proteger al ser humano.

Sería ahora, como todos los años, la celebración de la llamada feria de agosto en la que Játiva, taurinamente dicho, lucía sus mejores galas, la prueba no es otra que por dicha plaza han pasado las más grandes figuras de la torería mundial. De igual modo debemos de recordar que hace muy poquitos años, el alcalde Alfonso Rus remodeló completamente la plaza, la que quedó tan bella como un San Luís. Ahora, por obra y gracia de estos apestosos, la plaza presenta un estado lamentable; es decir, nadie diría que hace poco más de un lustro se restauró completamente el coso.

Entiendo, hasta en eso me atrevo, que existan gentes que voten al partido Socialista puesto que, algunos lo hacen por miedo, otros por obtener recompensas y algunos idiotas porque no tienen más luces. Esta es una verdad incuestionable pero, por favor, el alcalde de una ciudad debe serlo para todos los conciudadanos, nunca para sus amiguetes, caso de Játiva que, por desidia, falta de voluntad y de una gran dosis de mala baba por parte de sus dirigentes se han dejado a la ciudad sin la celebración tan emblemática como era la de su centenario.

¿Será que todos los aficionados a los toros de Játiva no votó nadie a los socialistas y los tienen castigados por tan grave falta? Esa podría ser la lógica para que dichos aficionados estén purgando un castigo que no merecen. Pero no, no creo que nadie se atreva a tanto. Puesto que lo que he dicho es una mera hipótesis, queda al descubierto la mala acción de dicho alcalde que, para él los aficionados a los toros no cuentan para nada. ¿Será que éstos no pagan sus impuestos como todo hijo de vecino?

¿Saben una cosa? Lo triste de la cuestión es que el problema no tiene arreglo, pero jamás de los jamases. Ahí está Játiva a la que defendemos por encima de todo, pero no podemos olvidarnos de Vitoria, La Coruña, Villena, Benidorm, Elda, Monóvar, Barcelona, Tarragona, Olot, San Felíu y una extensísima lista de pueblos más que ahora no recuerdo, eso sí, todos regidos por los rojos apestosos que se han cargado la fiesta de los toros para siempre. Y, no lo olvidemos jamás, lo dantesco del asunto es que los que mandan siguen teniendo votos de los ciudadanos. Cuidado que el problema es gravísimo; ellos, los que mandan son unos hediondos y cobardes pero, ¿qué título les damos a los que les han votado?

La maldita izquierda ha demostrado, con creces, que su única ilusión y, por ende, su mayor logro, no es otro que prohibir aquello que no les gusta; eso sí, alentando como si se les acabara el mundo, a todos los colectivos de raros y gandules, sin olvidarme de la subvenciones que todos los años reparten para que los llamados actores hagan sus putos bodrios con el dinero de todos los españoles.

En todo lo dicho, los socialistas y demás rojerío, son auténticos especialistas. ¿Será que dentro de dichas filas no exista nadie que tenga cerebro y que piense que, los toros es el único espectáculo que en vez de recibir subvenciones aporta millones de euros a las arcas del Estado? Lo dicho es una verdad que aplasta, es más, lo saben hasta los niños de primaria, pero claro, los que ocupan el poder con ánimo de revancha, caso de todos los socialistas y afines a dicho régimen, ignoran una verdad incuestionable. Que Dios nos pille confesados puesto que esto no ha hecho nada más que empezar; yo no veré el final, seguro, pero que será lamentable, sin duda alguna.