Como nos ha contado nuestro compañero, poco que reseñar de la corrida de ayer en Pamplona en que, los Albaserradas de don José Escolar no estuvieron a la altura de lo que de ellos esperábamos y, salvo la oreja que cortó Javier Castaño, lo demás es preferible olvidarlo.

Pero fijémonos que, hasta en una corrida mala podemos encontrarnos algo bellísimo, digno de resaltar y, ante todo, para elogiar. La glorificación en el día de ayer no es otra que la labor que desarrolló con las banderillas un muchacho lusitano llamado Joao Ferreria. El lusitano lo hizo en mano a mano con Fernando Sánchez,  todo un maestro en dicha lides que, aunque lo conozcamos más que de sobra, jamás regatearemos elogio alguno al hombre de las patillas que, cual bandolero de los años treinta, esa es su imagen, pero la gran verdad nos dice de la grandeza de un banderillero de auténtico lujo.

Mientras Fernando Sánchez es conocidísimo de la afición española puesto que, lleva varios años como máximo representante del bien hacer con los rehiletes, al encontrarnos con Ferreira comprendemos que, ese binomio deberíamos verles en todas las plazas, es decir, en todas las feria de España y Francia porque, repito, Joao Ferreira es de una pureza inusitada con los palos que, para colmo de la dicha, es capaz de jugarse la vida con desmedida pasión.

La sorpresa, como digo, en el día de ayer no fue otra que la brillantísima actuación del Joao Ferreira que, como buen lusitano, ha dejado a su estirpe en el más alto nivel; y digo estirpe porque de toda la vida, Portugal nos ha mandado banderilleros de auténtico lujo, no tenemos más que recordar a Víctor Méndes que, sin duda, fue el mejor entre los mejores.

Echo la vista atrás y recuerdo perfectamente la grandísima actuación de Joao Ferreira el pasado año en Pamplona, igualmente a las órdenes de Javier Castaño pero, ¿qué sucedió durante el resto de la temporada? Nada de nada. Es cierto que Castaño torea poco porque el sistema le ha arrinconado pero, ¿qué ocurre con este hombre admirable que debería ser base de cartel en lo que a banderilleros se refiere en las ferias más emblemáticas de España?

Se quejan los matadores de que les arrinconan pero, nadie se ha preguntado, entre ellos, qué actitud tienen para con los banderilleros que, justamente ellos, los que siguen clamando justicia siguen siendo lo más injustos del mundo. ¿No quedamos en que para poder torear uno tiene que ser el mejor? Ahí tienen a Joao Ferreira que, sin duda alguna, es el mejor, con todo el respeto para los grandes banderilleros que tenemos en España.

No quisiera, por nada del mundo, que a Joao Ferreira le sucediera lo que le pasó a David Adalid que, siendo un grandísimo rehiletero está sentado en la puerta de su casa. Por supuesto que, nosotros, los informadores no podemos arreglar los problemas internos del taurinismo, pero sí denunciar lo que nos parece injusto y, el caso del muchacho lusitano mana sangre a borbotones. Ferreira se jugó ayer la vida de verdad en Pamplona; nada de bromas porque, amén de todo, los toros que tuvo que banderillear no eran hermanitas de la caridad. Pese a todo, él, con su verdad, resultó ser el triunfador total del festejo pamplonica puesto que, su verdad, junto a Fernando Sánchez, rayó a una altura insospechada.

Si analizamos la foto que mostramos, sobran todas las palabras. Así se asoma al balcón Joao Ferreira.