Todo nos hace sospechar que el próximo mes de septiembre se sentará en el banquillo de los acusados un tal Esquembre que, para desdicha de los villeneros fue alcalde de la ciudad durante dos legislaturas. La acusación hacia tal personaje viene dada por la FTL que, al mando del señor Victorino Martín, ven en dicho tipo indicios de prevaricación al respecto de la privación que tal personaje les hizo a los villeneros al no permitir que se dieran corridas de toros en dicha plaza.

Como se dice ahora en el lenguaje coloquial de la abogacía, “Presuntos indicios de prevaricación” O sea que, dicho en cristiano, el tal Esquembre, por el artículo treinta y tres, es decir, por sus cojones, prohibió que se celebraran corridas de toros en Villena cuando, como se sabe, los toros son un espectáculo legítimo en cualquier lugar de España porque son apoyados por la ley y, a estas alturas de la “película” todavía vemos “presuntos indicios de prevaricación” Échale hilo a la cometa.

Fijémonos como anda la justicia que, tras muchos años de prohibiciones, jamás se le pudo meter “mano” a dicho individuo que, como todos los de su calaña, han atentado contra la libertad de los ciudadanos que, libremente y durante toda la vida asistieron a las corridas de toros en dicha ciudad. El referido Esquembre era político y, como tal, a ver quién era el valiente que le sentaba en el banquillo. Claro que, de antemano ya puedo reírme de la sentencia condenatoria que le imputarán. O sea, nada de nada. Y mucho menos ahora que ya ha abandonado su cargo como alcalde para fortuna de los villenenses que, con toda seguridad, enemigos los tendrá por doquier el tipo aludido.

Lo triste de la democracia y parece que nadie se da cuenta de la cuestión, no es otra cosa que la de dictadores que alberga la referida “señora”. Los tenemos por doquier y, para colmo, cobran sueldos astronómicos que los pagamos todos los españoles. Esquembre, como otros muchos indeseables por toda España ejerció de dictador y, lo peor de todo es que nadie le acusó de lo más mínimo. Está claro que, siendo político, como los hechos demuestran, ya tienen patente de corso para hacer lo que les pase por los cojones, aunque dañen a un gran segmento de la población en la que viven.

Esquembre ha tenido la suerte de vivir esta época en que todos vivimos acomplejados y amariconados y nadie es capaz de enfrentarse en lo más mínimo al dictador de turno; quizás por miedo, por represalias, por mil razones, pero hay un dato que es revelador, tipos como el citado en los años setenta hubiera estado a la sombra para que no cogiera insolación alguna; es decir, para protegerle de todo mal. Ahora todo ha cambiado, el primer delincuente que pasa por el camino, de repente se hace político, ejerce la peor de las dictaduras y, eso sí, siempre criticando la dictadura de Franco en la que, por cierto, todos los españoles de bien vivíamos como reyes, ahí están las pruebas, el que sea valiente que demuestre lo contrario.

Por culpa de criminales de toda especie nos hemos quedado sin toros en tantísimos lugares de España algo que, no damos crédito pero, ¿quién es el valiente que les hace la contraria a dichos dirigentes apestosos y mal olientes? Para eso debería de haber una ley contra estos tipos asquerosos que se saltan a la torera las leyes y se quedan más anchos que largos. Esa es la grandeza de la democracia.

Parece ser, según la opinión de algunos villeneros, andan ilusionados en que, tras la retirada política de Esquembre, se puedan dar toros otra vez en Villena, cosa que dudo mucho porque para desgracia de los villeneros, en dicha ciudad manda el PSOE en su rama valenciana. ¿Conoce alguien a algún político del PSOE que haya roto una lanza por la fiesta de los toros? Yo no conozco ninguno, si acaso, hemos visto en los toros al bobo de Ábalos, pero el tipo no ha hecho nada por la fiesta de los toros y, siendo ministro, alguna decisión podría haber tomado como por ejemplo retrasmitir algún festejo por TVE. Pero no, para eso han puesto a la vieja sociata para que todo lo que huela a todos quede defenestrado por completo. Dicho lo cual, que no se ilusionen demasiado los villenenses que, lo tienen difícil. Cuando un tipo como Esquembre siembra el odio por toda la ciudad, retomar la vida normal es muy difícil y, mucho más sabiendo quién manda en Villena.