Torero, empresario, aficionado, cazador… Polifacético resulta el protagonista de esta nueva entrevista de torosdelidia.es. Francés de cuna y de educación. Torero largo. De Arlés, hijo carnal; de Nimes, hijo adoptivo. Esta breve descripción es suficiente para identificar al diestro francés que, cada vez más, está logrando incrementar su ambiente en nuestro suelo patrio. Matador que no vuelve la cara a ningún tipo de encaste, ni de hierro. Tampoco a los grandes compromisos. Juan Bautista.

  • ¿Qué lleva un torero en el alma?

Son sensaciones: la de ponerse delante de la cara de un toro, para conseguir traer el miedo y la preocupación de esa situación. Lograr cada tarde improvisar para crear arte.

  • ¿En qué basa el toreo Juan Bautista?

En el conocimiento del toro. He tenido la suerte de nacer en una ganadería, de tener, desde muy joven, un contacto cotidiano con el toro, con los animales, en fincas francesas y españolas, donde quiera que me invitaran para participar en las tientas. Ir conociendo al animal, entender sus reacciones. En el momento de estar en el ruedo, puedo entenderlo mejor. Por tanto, baso mi concepto en el conocimiento del toro.

  • Usted nunca se ha negado a matar ningún encaste, siempre ha estado predispuesto a la variedad.

Sí, es algo que me gusta, siempre y cuando sean propuestas que me gusten e ilusionen. Siempre he querido variar de ganaderías, de encastes. Sorprender al público, para que me vea en otras situaciones, complicaciones distintas. No siempre con algo parecido, aunque nunca lo sea: habiendo cambios de encastes y de ganaderías es más mayor la variación.

  • ¿Qué ocurrió entre las temporadas 2003 y 2004?

En el 2003 eran mis principios como matador, pues yo tome la alternativa en septiembre de 1999, con apenas dieciocho años. Las primeras temporadas fueron difíciles, por mi inexperiencia y la competencia dura, pese a mi ilusión. No tenía preparación física y psíquica suficiente, para competir y dar la talla. Por ello, decidí apartarme, tomarme un descanso. Reaparecí en el 2004. Lo cierto es que decidí retirarme, jamás me plantee regresar.

  • Te hizo volver el amor al toro, me imagino.

Sí, la pasión por el toreo, por el toro, por la sensaciones que se viven delante de ese animal, con el público. Ese conjunto fue el que me animó a regresar. Me volví a ilusionar.

  • Año 2007, puerta grande en Las Ventas, toro “Cantinillo”, del Puerto de San Lorenzo; ¿qué me cuenta?

Fue un encuentro fantástico, un recuerdo imborrable. En la Feria de Otoño de Madrid, con la plaza llena, encontrarte con un toro que te permite lo de la primera pregunta… Un público entregado, dos orejas muy importantes. No me cambió la vida, pero sí fue la consecución de un sueño. De novillero, en mi presentación, ya salí una vez a hombros. Pero, en 2007, fue mi primera, cortando dos orejas a un mismo toro.

  • Ahora mismo tienes un romance con el encaste de Santa Coloma: Nimes, Mont de Marsan, Sotillo de Adrada…

Es un encaste que me encanta, con el creo que tengo buen entendimiento. De hecho, los ganaderos de La Quinta me dijeron que era el torero que mejor entendía a sus toros. Eso es algo que me enorgullece, pues es un encaste con un momento complicado, por el escaso número de ganaderías. Últimamente, la mayoría de las veces que me he enfrentado a ese encaste, han ocurrido cosas grande. Supongo que se debe a mi análisis del toro, desde hace mucho tiempo. Ahora, por tanto, se están recogiendo esos frutos: de ir a tentar a sus casa, de la reflexiones a las que he llegado.

  • Se puede decir que Santa Coloma está volviendo por sus fueros, de los años 70-80, y con más calidad…

Se puede decir que La Quinta y Rehuelga están echando una gran temporada. En estos momentos, es mi encaste preferido. Deseo que triunfen cada vez más y en más sitios.

  • ¿Se puede decir que te encuentras en el mejor momento de tu carrera?

Me gustaría decir que mi mejor momento está en el futuro. Ya van unas cuantas temporadas en las que estoy evolucionando, aunque no puedo ser conformista. Sigo entrenando, trabajando; quiero llegar a ser mejor torero aún.

  • ¿Qué aporta Francia a la Fiesta?

Francia tiene una importancia espectacular, por diversas razones: da un número relevante de festejos, sostenido en los últimos años; se han constituido varias organizaciones, como el Conservatorio de la Cultura Taurina, la Unión de Ciudades Taurinas o la Unión de Ganaderos. En todos los estamentos se está trabajando para que perdure la Fiesta.

  • ¿Es más culto taurinamente el aficionado francés que el español?

Depende, hay de todo en todos lados. Hay plazas con mayor concentración en el ruedo. El público francés es muy observador y silencioso, que estudia mucho lo que sucede durante la lidia, cosa qué también ocurre en el ruedo.

  • ¿E Hispanoamérica: qué aporta a la Fiesta?

Se encuentra en un momento delicado, pero son fundamentales todos los países sudamericanos. En momentos más peliagudos se hallan Colombia y Ecuador. Sin embargo, México se sostiene y Perú está creciendo exponencialmente. Se están encontrado con muchas dificultades planteadas desde la perspectiva de la política, es fundamental, por tanto, que aparezcan toreros, ganaderos, gente vinculada al toro.

  • ¿El problema son los antitaurinos o una supuesta guerra política?

Sí existen los antitaurinos. Políticamente también se usa la Fiesta, debido a que existe un mayor número de personas escépticas con la Fiesta, que verdaderos aficionados. Entonces, se trata de una situación en la que no se respetan las libertades de las personas.

 

Por Juanje Herrero

Ayuda Francisco Diaz