La Parroquia “Santa María la Mayor” en  Colmenar de Oreja acogió el pasado tres de Noviembre a centenares de personas heterogéneas y de distintas procedencias para la celebración de la III Misa Taurina, a  pesar del puente de todos los santos en donde muchas personas se movilizan fuera de su territorio habitual por razones varias como la de visitar los cementerios para honrar a sus seres queridos o la “cambiar de aires”  rompiendo con la monotonía de todos los días.

Un año más pudimos comprobar que, como en las ediciones anteriores, el Templo  se encontraba a rebosar  de profesionales y aficionados del mundo del toro congregados para orar por las almas de los fallecidos y por el restablecimiento de los heridos, por el bien de la Fiesta Taurina en general y por la próxima Temporada para que se desarrolle de forma satisfactoria, sin accidentes y sin defunciones.

A los pies del  Altar Mayor y de su bonito Retablo a un lado se encontraba la simbología y la razón de nuestra Celebración Eucarística  en dos  capotes cargados de vida y de respeto  uno con un lazo negro por los fallecidos de todas las épocas y lugares, y otro con un lazo blanco  por los  heridos por asta de toro y por los vivos, respectivamente. En nuestro mundo en donde nos movemos por el lenguaje de los gestos estos capotes estaban cargados de sentimiento y de recuerdos por la gente del mundo del toro, el mero hecho de verlos traía a nuestro corazón nombres e historias de personas concretas.   Al otro lado del altar estaban representadas mediante sus logotipos todas las Peñas, Asociaciones, Ganaderías, Escuelas, Instituciones  y Entidades  que personaliza  la Tauromaquia y que año tras año se unen por esta razón rezar por vivos, convalecientes, hospitalizados y difuntos participando plenamente  en el acto. Estas son tantas que la Organización se vio en la necesidad de pedir disculpas por no poder poner todas en el lugar visible que tenemos designado   a pesar de que se tuvo que  instalar dos expositores  mas    por la falta de espacio al ser tan numerosas.

La Misa fue oficiada por el párroco de Colmenar de Oreja, Don Antonio,  y por Don David Benavente, Capellán Taurino y Vicario Parroquial de dicha Localidad. En la Homilía D. Antonio insistió en tres principios básicos de la Tauromaquia:

  1. El título de Maestro en el mundo del toro es un tratamiento de respeto y admiración por una persona humana.
  2. La seriedad de la Muerte hace vivir de una manera responsable en este mundo.
  3. La unidad en el amor como la herramienta fundamental para que se dé el verdadero progreso y avance.

 

En la celebración se contó con la participación de Toreros, Novilleros, Alumnos de las Escuelas, ( especialmente el CITAR que vino al completo, alumnos y profesores), Ganaderos, Empresarios,   Recortadores, Emboladores,  Corredores de Encierros así como familiares, amigos y demás aficionados venidos de Valencia, Salamanca, Toledo, Navarra, Guadalajara, Madrid,  y de toda la Geografía Nacional. También asistieron al Acto Sagrado  el Alcalde de Colmenar de Oreja, el Alcalde de Chinchón, el Alcalde de Villaconejos, el Alcalde de Navas del Rey, la Alcaldesa de Perales de Tajuña, y otros muchos Alcaldes;   Miembros de la Corporación Municipal; Damas de honor y Reina de las Fiestas; Equipo Sanitario y  Cuerpo y Fuerzas de Seguridad Ciudadana;   Encargados  de la Federación y de los Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, y otras Instituciones.

Se impartió la Bendición sobre todos los asistentes a la Misa que se hizo extensiva a todo el sector taurino, se incensó la Imagen de Nuestra Señora la Virgen de Fátima, se puso el incensario circundando  los Capotes y su significado, y se termino la Eucaristía rezando por todas las Asociaciones, Escuelas, Realidades, e Instituciones del mundo taurino con un silencio y recogimiento por parte de la asamblea admirable. A la salida la Peña del Torero Juan Miguel y la Capellanía Taurina Sacerdote David regalo una estampa a todos los asistentes.

 

Al finalizar el Acto Religioso se ofreció a los asistentes en los Salones Parroquiales un refresco, un vino de la tierra,  donado por los Emboladores de Colmenar de Oreja, una limonada y unos aperitivos  para confraternizarnos y compartir vivencias.

Queremos que esta Misa Taurina sea una institución y una referencia,  y al mismo tiempo un acto lleno de Fe, Generosidad, Oración, Convivencia y caridad que deje patente el mecanismo de los  valores operantes cristianos,  humanitarios, y taurinos que engrandecen al mundo y a la Tauromaquia.

¡Os esperamos el próximo año!