Bajo una espectacular puesta en escena se presentaron los carteles de la próxima Feria de San Isidro, ¿la más importante del orbe taurino?, pero no por hacer una presentación con más bombo, platillo y boato, los carteles serán mejores que si se prescinde de todo eso.

En este mundo taurino, en el que se prescinde de los méritos conseguidos por toreros y ganaderos en los ruedos, y priman los intereses de empresarios-apoderados, apoderados-ganaderos, empresarios-ganaderos, toreros-ganaderos, toreros-empresarios, pero no los intereses de la afición que es la que mantiene viva la cada vez menos interesante fiesta brava, se nos vende la idea de una excelente programación cuando en realidad no es así.

Para gustos los colores, se suele decir, y efectivamente así es, pero hay elementos suficientes para poder afirmar que la próxima Feria de San Isidro es una Feria hecha por el sistema para el sistema, obviando en buena medida los gustos y preferencias de la afición venteña. No ocurre solo en Madrid. Esto es un mal generalizado, solo basta ver los carteles de La Maestranza. Más de lo mismo.

Es posible que haya toreros que no se anuncien por no llegar finalmente a un acuerdo con la empresa y otros porque sencillamente no los han llamado, a la vez que se anuncian toreros, que sinceramente poco tienen que decir en Las Ventas y que además no son del gusto de la afición de Madrid y no son demandados, peor que por esos intereses empresariales se anuncian año tras año en la Feria de San Isidro. Lo mismo podemos decir de las ganaderías.

Por otro lado, están los toreros que siendo del agrado de Madrid, vienen una tarde o dos a lo sumo y no vienen colocados en carteles en los que digamos, puedan sentar Cátedra de figuras del torero, vienen más bien y hablando relativamente, cómodos. Todo lo cómodo que un toro te permita estar, claro está, que un toro es un toro siempre.

Alejandro Talavante viene dos tardes de 28 posibles, cuando lo normal para alguien que es figura del toreo o al menos eso parece, es que hiciera el paseíllo por lo menos tres tardes. Las corridas que estoqueará serán las de Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río. No se puede decir que venga dando la cara a Las Ventas.

El torero peruano Andrés Roca Rey, quien se fuera en hombros por la Puerta Grande de Las Ventas una tarde en la que la autoridad se mostró muy generosa, también viene solo dos tardes. Otro torero que debería presentarse en Las Ventas con otra vitola y en lugar de anunciarse con los Jandillas y los Victorianos del Río, podría haberse anunciado con una tercera tarde y en ese caso con una ganadería más del gusto torista.

Antonio Ferrera es otro de los toreros esperados en Madrid, pero anunciado solo dos tardes en un ciclo tan extenso sabe a poco. De las dos ganaderías con las que se enfrentará, sólo la de Alcurrucen tiene posibilidades de ser interesante. Hubiera sido interesante verlo de nuevo frente a los Adolfos.

Curro Díaz y David Mora son otros dos ejemplos de toreros que, si bien con dos tardes están bien anunciados, no están bien colocados. Las ganaderías con las que se anuncian no se caracterizan, salvo la de Alcurrucen por tener interés para el público y por ofrecer posibilidades de éxito a sus matadores.

José Maria Manzanares, aparece acartelado en dos ocasiones. La primera con los Núñez del Cuvillo. La segunda con los toros de Victoriano del Río. Esta feria era el momento para que José María Manzanares hubiera dado un paso al frente y se hubiera anunciado en Madrid, al menos una tarde más y con ganadería más exigente. Cualidades y capacidad le sobran para afrontar el reto.

López Simón, otro de los toreros que solo viene dos tardes y casi como de tapado y relleno. Ha perdido su carisma y esa aureola de figura del toreo de la que gozó hace tan solo dos temporadas. Mal colocado en los carteles.

Miguel Ángel Perera es también un torero para anunciarse tres tardes en Madrid y hacerlo con otro tipo de ganaderías más exigentes. Más de Madrid.

Sebastián Castella es otro ejemplo de cal y arena. Viene tres tardes a Madrid, pero no se anuncia con ganaderías toristas del gusto de Madrid.

Lo de Cayetano Rivera, El Juli y Enrique Ponce, son claras muestras de que vienen a Madrid por exigencias del guion, pero que hubieran preferido no estar anunciados en Madrid. Para venir una tarde y hacerlo en los carteles que lo hacen hubiera sido mejor para todos que no estuvieran.

Que decir de toreros como Finito de Córdoba y de matadores como El Fandi. ¿de verdad tienen interés para el público? Yo creo que no. Finito y Madrid nunca se han entendido y su ausencia en los carteles no hubiera sido percibida por nadie. Lo de El Fandi es de traca. Un matador de toros tan vulgar no puede tener sitio en la Feria de San Isidro. No tiene sentido alguno.

Paco Ureña, Pepe Moral y Rafaelillo son tres ejemplos de pundonor, de vergüenza y de sentido común, al menos por el momento. Los tres vienen tres, dos y dos tardes respectivamente y lo hacen con ganaderías duras los dos últimos, mientras que el primero, aunque está anunciado con los del Puerto y los Núñez del Cuvillo, al menos hará tres paseíllos y el tercero será con los Victorinos.

Otro buen ejemplo es el de Román. Torero encumbrado por Las Ventas y a la que vuelve tres tardes. Una de ellas con los Miuras. Ole por Román. Otro ejemplo a seguir.

 

El Cid, que siempre será considerado como TORERO DE MADRID, viene dos tardes y lo hace sin taparse. Es posible que no haya tenido otra elección, pero anunciándose con los Santacolomas de La Quinta y los Albaserrada de Adolfo Martín, a menos se ha ganado el respeto de la afición.

Javier Castaño y Jiménez Fortés son dos toreros maltratados. Una sola tarde sabe a poco en ambos casos. Merecerían una tarde más cada uno al menos.

Una pregunta ¿Dónde está Diego Urdiales?

La situación no es muy diferente en el campo ganadero, donde año tras años nos encontramos con las mismas ganaderías fruto de los intereses de despacho y de las imposiciones de esos apoderados-empresarios proteccionistas de los toreros, en lugar de verdaderos mentores de ellos.

Alcurrucen y Victoriano del Río se anuncia en tres carteles; Domingo Hernández, Fuente Ymbro y Núñez del Cuvillo están en dos carteles. Un disparate. Como si no hubiera más ganaderías en el campo bravo.

Qué decir de la variedad ganadera. Pues que es más de cara a la galería que en realidad. Tres ganaderías son de encaste Albaserrada (Adolfo Martín, José Escolar y Victorino Martín). Dos de encaste Atanasio (Dolores Aguirre y Puerto de San Lorenzo). Del encaste Contreras solo una la de Baltasar Ibán, salvo que la corrida que lidie Conde de Mayalde sea de encaste Contreras y no sea de procedencia Juan Pedro, en cuyo caso tendríamos dos corridas del interesante encaste Contreras. Del encaste Hidalgo Barquero es la corrida de Pallarés, pero aquí hay poco donde elegir, porque, salvo error, es la única vacada que queda con ese encaste.

Ni más ni menos que doce ganaderías anunciadas son de encaste Juan Pedro, y todos sabemos cómo es este encaste. Salvo Victoriano del Río, el resto de ganaderías no hacen pensar en tardes interesantes. Habrá que llevarse buenos temas de conversación para pasar la tarde.

El resto de tardes se reparten por encastes en los Núñez de Alcurrucen, los PabloRomero de Partido de Resina, los Saltillos y los Santacolomeños de La Quinta y de Rehuelga.

En la feria más importante del planeta taurino y con tanta posibilidad al contar con un ciclo largo, es penoso que no aparezcan ganaderías como la de los Veraguas de Prieto de la Cal, la de Samuel Flores (Gamero Cívico) y los Pedrajas de Isaías y Tulio Vázquez, por poner solo unos ejemplos, o que no se anuncie Celestino Cuadri, ganadería que nos han dado interesantes tercios de varas.

Lo de Núñez del Cuvillo, de encaste variado por el cruce de procedencias, es sencillamente incompresible. Anunciada dos tardes después de cosechar fracaso tras fracaso.

En definitiva, una Feria más y por supuesto una Feria mejorable en todos los aspectos. Una Feria con ausencias notables en cuanto a toreros y ganaderías se refiere, y por supuesto una Feria con incorporaciones sin sentido alguno.

Esperemos que las tardes buenas sean más que las tardes malas que inevitablemente habrá, y que esas tardes malas no se nos hagan eternas en el duro cemento venteño.

 

Suerte para todos.

 

Por Jose Carlos Gomez