Corría el año 2002, cuando los propietarios del hierro, representados por Andrés Jesús Tirado, adquirieron ganado de procedencia Domecq y empezaron, así, su andadura con el hierro de Virgen María. Sin embargo, decidieron trasladarse a Sevilla en 2011, primero a la localidad de Constantina, y luego a Guillena. En este último municipio, adquirieron la finca del Serrano, lugar donde sigue pastando el ganado. En recuerdo del origen de su ganadería (geográfica), los ganaderos decidieron mantener la divisa con los colores de la bandera de Marsella. Una particular historia de franceses amantes de su tierra y del toro, sitos en Sevilla.

Con la llegada a la provincia de Sevilla, se depuraron las sangres de la vacada. En particular, se mantuvieron solamente las sangres de Daniel Ruiz, de Victoriano del Río y de Jandilla. Sin embargo, compraron también un lote de vacas del Marqués de Domecq, que se herró con el hierro de Santa Ana, el segundo de la casa. Desde 2018, este inclusive, se hierran indistintamente los animales de ambas líneas con el hierro de Virgen María, aunque se mantienen por separado: por un lado, lo de Domecq; y por el otro, lo del Marqués de Domecq. De este modo, los ganaderos, pese a exigir unas mismas cualidades, tienen ganado distinto entre sí, con los matices propios de su procedencia.

Para la presente temporada, solo tienen cerrado un festejo en Istres, Francia. No será el único, ni mucho menos. En su corta trayectoria ganadera, han lidiado en plazas de fuste, Barcelona y Palma de Mallorca, entre ellas. De echo, en esta última, en el regreso de los toros a la capital insular, «Oreado», lidiado en cuarto lugar recibió los honores de la vuelta al ruedo.

Galería de Antonio del Carmen.