El primer Osborne que llega a tierras gaditanas del Puerto de Santa María, fué Thomas Osborne Mann VII señor de Yalbourne, pero es su hijo mayor y sobrino materno (de la célebre escritora Fernán Caballero) Thomas Osborne Bohl de Faber, quien dirige el apellido familiar, no solo a las viñas y bodegas, sí no también al toro de lidia pues fué el principal patrocinador de la construcción de la plaza de toros de El Puerto de Santa María en 1880, exactamente 72 años después su nieto José Luis Osborne Vazquez, adquiere una cuarta parte de la ganadería del duque de Veragua  (en que se dividió en manos de la familia Domecq y Díez) concretamente la de D. Pedro Domecq y Díez, que compró en 1946 D. Luis de la Calle y dos años después la traspasa a D. Antonio Jiménez, de quien la adquiere D. José Luis Osborne Vazquez en 1952, que varió el hierro y divisa por los suyos clásicos.

Al comprar D. Juan Pedro Domecq y Nuñez de Villavicencio en 1930 ( a los hermanos Martín Alonso)  la ganadería del duque de Veragua con hierro divisa y antigüedad, se cruzan de inmediato con reses de pura estirpe Parladeña, primero al comprar dos camadas de era las y cuatro sementales del conde de la corte y luego un buen número de reses de los hermanos Mora Figueroa ( Pedrajas+ conde de la corte) que eran cuñados de los Domecq y Díez, por tanto la vacada que adquiere D.José Luis Osborne en 1952, le llega claramente cruzada con la mezcla Veragua & Parladé, pero D.José Luis que aparte de ser un buen agricultor y bodeguero, fué un excelente ganadero de lidia y le dió su toque personal a la ganadería y aunque con predominio de la sangres Parladeñas del conde de la corte y Mora Figueroa, también apostó por lo de Veragua, mezclándolo y seleccionando, consiguió un tipo de toro único, bajos y finos, pero bien rematados y armados de pitones, otra de las peculiaridades de la ganadería de Osborne es su variedad cromática (una de las leyendas se la otorga a Escudero, semental hijo de una vaca de Mora Figueroa y del semental Noventa y cuatro del conde de la corte, que era de capa negro salpicado) pero de lo que no cabe duda es del alto porcentaje que tenía de sangre Veragua que tenía la vacada por aquel entonces  y sabido es la variedad de pelajes en lo de Veragua, mientras que en otras ganaderías de este encaste son el jabonero o el berrendo aparejado y botinero los pelajes emblemáticos en lo de Osborne es el ensabanado con sus distintas particularidades (moteado, armiñado, alunarado, etc) el pelaje clásico, dándose otros muchos como el colorado, sardo, berrendo, burraco,  negro, tostado, chorreado, etc.

En la lidia, suelen salir algo abantos, aunque al caballo se arrancan pronto y se emplean fuerte, pudiendo sufrir gran desgaste sí no se quitan pronto, son reses que suelen ir a más en la muleta, con embestidas humilladas de gran calidad, tranqueando hasta el final (rebosandose) la fijeza es otra de sus buenas cualidades.

Osbornes célebres por su bravura y calidad, a lo largo de estos casi setenta años, han sido muchos, desde el célebre » toro blanco » Atrevido al que el maestro Antoñete le hizo una buena ( que le valió una oreja) en las ventas, en corrida televisada por TVE el 15 de mayo de 1966, hasta Campesino al que el maestro Luis Francisco Esplá, cortó los máximos trofeos nada menos que en Pamplona en 1985, vuelta al ruedo al toro y premio a la mejor corrida  (que tiempos más maravillosos aquellos) otros Osbornes célebres fueron: Fusilero, Ponte bien, Regatillo, Vivillo, Limonero, etc, etc.

Fué una época  (tres décadas) desde finales de los sesenta hasta finales de los noventa del siglo XX, donde la ganadería de Osborne estuvo en la cima ganadera, recorriendo el circuito de la mayoría de las grandes plazas: Madrid, Sevilla, Valencia, Córdoba, Málaga, Barcelona, Arlés, Béziers, etc, etc.
Luego entraron en un bache grande, del que el nieto de D.José Luis Osborne Vazquez, D. Emilio González de San Román Osborne, está intentando sacarlos, siguiendo las pautas de su abuelo, el toro en tipo de buenas hechuras, buscando ese difícil equilibrio entre bravura y nobleza, picante y calidad, ojalá consiga el resurgir de los Osbornes, una de las mejores estirpes del toro de lidia que han existido y existen (por fortuna) pues con algunas variantes la procedencia Osborne está garantizada en ganaderías como: Nuñez del Cuvillo, Rocío de la Cámara, La Palmosilla, El Soldado, Montes de oca, etc.

 

Por Rafael Falcon

Fotografia Villa