La de Oliveira irmaos, es otra de esas ganaderías Portuguesas con tradición y solera, pues no en vano la formó D. Juan Pedro Oliveira, allá en el lejano año de 1896, con ganado de variada procedencia, mayoritariamente portuguesa.
En 1920 la heredan la viuda de Oliveira e hijos, ya en esa época abundaba en la vacada el ganado de Soler, en el año 1941 pasó a ser propiedad de Oliveira irmaos, quiénes eliminaron lo anterior, conservando y potenciando únicamente el ganado de procedencia Pinto Barreiros (Ibarra, Parladé, Gamero cívico).

En el año 1963 los señores Oliveras irmaos, ingresaron como asociados en la UCTL, aunque no adquieren la antigüedad en las ventas hasta el 25 de septiembre de 1988.

Esta familia también posee una excelente yeguada de raza Lusitana, donde salen ejemplares magníficos por sus movimientos y elasticidad, para la briega con el ganado de lidia entre otras disciplinas.
Otras de las particularidades positivas de Oliveira irmaos, es que su sangre brava está presente en muchas de las vacadas portuguesas con más
fama y solera del campo Luso :
Palha, Cunhal Patricio,  Vega Teixeira, etc.
El de Oliveira irmaos, es un armónico pero de gran trapío, es decir de buenas hechuras pero serio,muchos son a leonados, badanudos y bien armados de pitones, en los pelajes domina el negro, pero suele haber colorado, castaño, chorreado, mulatos entrepelado y lombardos, etc.
En los últimos tiempos los responsables de la ganadería, están inmersos en conseguir ese tipo de toro que ponga a todos  (aficionados y taurinos) de acuerdo, algo que debería ser lo ideal, pero que no es normal a tenor de los  «intereses creados» por ambos bandos, un toro con fijeza humillación,codicia y motor, con las gotas de nobleza imprescindibles.

Este 2017 obtuvieron un doble éxito, aunque en plazas ( dicho con todos los respetos) de relevancia menor, aunque por algo se empieza: sendos indultos en Almoguera ( Guadalajara) y Lominchar (Toledo) ; también participó a principios de junio en la corrida concurso de Vic Fezensac (Francia).

Como le ocurre a otras ganaderías clásicas, este hierro portugués, es cada vez menos habitual en las plazas de toros, al contrario que en las calles y prácticamente ha desaparecido del circuito de las ferias importantes, aunque por supuesto le deseamos lo mejor para el futuro, a esta magnífica ganadería de Oliveira irmaos.

 

Por Rafael Falcon