Anteriormente conocida como la ganadería Mariano Ramírez cambia su nombre por el de “Puerta Grande” como homenaje a los toreros triunfadores, dejando el mismo hierro y los mismos colores de la divisa. Don Gerardo Salas Luján junto con su hermano Carlos adquieren la ganadería Mariano Ramírez y la de Montecillos                                           en junio de 1981 de la señora Paz Ortiz viuda de Ramírez al heredarla de su esposo, pero como vivía en la ciudad de México se le dificultaba su administración. Posteriormente en el año 2003 los hermanos Salas Luján se separan quedando al frente de la crianza del toro de lidia don Gerardo Salas quien desde un inicio realiza un estudio profundo de los sementales y vientres adquiridos realizando una retienta general pues esta ganadería había estado teniendo problemas de caídas durante su lidia.

Con la depuración ejecutada establece las bases de su ganadería realizando a través del tiempo diversas pruebas con sementales de otras ganaderías, sin embargo el toro de lidia que él ha buscado con bravura, nobleza y recorrido lo encuentra en sus propios encastes.

En el año 2000 adquirió un semental del encaste Coquilla de Sánchez Fabrés de origen Buendía y posteriormente le prestan un semental del encaste Parladé que padrea por un año en la ganadería.

Hoy sus sementales son hijos y nietos de estos dos toros. En la década del 2000 el prestigiado rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza selecciona esta ganadería para sus exitosas campañas por todos los ruedos de la República Mexicana provocando una revolución en el arte del Marqués de Marialva logrando despertar el interés del público hacia el toreo a caballo y estableciendo la lidia de dos toros en cada presentación seleccionando sus propios toros.

A pesar de este reconocido éxito en las corridas de rejones se ha tratado de no tener una imagen de que sus toros únicamente son para el rejoneo y en la temporada novilleril del año 2013 en la plaza México presentó un encierro en donde dos de sus novillos recibieron arrastre lente con la consabida vuelta al ruedo del ganadero.

Escrito por : Cesar Coll Carabias

Fotografia: Oskar Ruizesparza ( Oskar@oskarfotografo.com.mx)

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