Higino Soveral es una pequeña ganadería arraigada en el corazón de Portugal, muy cerca del término municipal de Coímbra. Su aventura comenzó en 1992, cuando Juan Soveral se hizo con un lote de vacas, y un semental de José Luis Sommer Andrade de puro encaste Tamarón. Algo único en nuestros tiempos que enraíza directamente con el encaste Conde de la Corte.

Al abrigo de sus pastos, con paso firme, siguen con la ilusión que les proporciona ser independientes, modestos y criar por afición, y no, por obligación. Un legado que es consciente la responsabilidad que implica. Nada fácil en los tiempos que corren salvaguardar una joya genética del pasado. A día de hoy 50 damas y un semental son guardianas de la pureza del encaste casi extinto de Tamarón. Tienen unos 20 novillos, y 5 toros para lidiar esta temporada, probablemente dejen un par de corridas para la temporada 2021.

Abuelo y nieto son responsables directos de la ganadería, que siempre sacan toros de mucho trapío, y bella estampa en las tan afamadas corridas concursos portuguesas. Estoy seguro, que en algún momento, Francia se interesara por esta modesta ganadería para darle una oportunidad en el territorio del toro.

Una selección exhaustiva, llena de exigencia, buscando la bravura, la raza, potenciando el instinto del toro bravo. Una buena materia prima, pasa por una gran selección y en esta casa ganadera se toma muy en serio, tanto el caballo como la muleta. Hasta 5 varas por “opositora” a reproductora. Midiendo las embestidas, la duración, la clase, la entrega, la casta, el galope, la alegría.

Higino Soveral, poco a poco, va cogiendo poso dentro de la cabaña brava portuguesa. Creando expectación en las plazas tanto por el trapío de sus toros, como por la bravura más pura. En un futuro puede ser que el mercado español y francés le habrá las puertas, y le inviten a formar parte. Lo que está claro, que abuelo y nieto seguirán trabajado con la misma ilusión e integridad por buscar el toro bravo que más les satisfaga. Siempre llevando por bandera el trabajo, esfuerzo y honra de sacar adelante un encaste en peligro de extinción.

Por Juanje Herrero