Por Jose Manuel Porqueras, Fotografia Andrew Moore

Seguían llamándole Trinidad y siguen poniéndole en el palco. No se ha hecho notar. Mejor para todos. Más de dos tercios de plaza y tarde agradable. Finito de Córdoba y Luis David Adame invitaban al optimismo.

La corrida de Juan Pedro remendada con uno de Parladé (“los mismos perros con distintos collares”) no ha defraudado a nadie. Era tan escaso el interés despertado por el encierro artista que hemos salido casi hasta satisfechos por haber visto un toro importante. El tercero. Los vídeos y fotos del sorteo y apartado invitaban a muchos aficionados a apostar por él. Casi todos han estado muy bien presentados (excepto el menos rematado 5º), han tenido nobleza y poca fuerza. Una constante en este hierro.

Finito saludó a su primero con verónicas marca de la casa rematados con cuatro medias que sorprendieron al personal. Cumplió en varas pero el juanpedro llegó bobalicón y sin fondo a la muleta. Varias tandas de derechazos le robó pero faltaba transmisión y todo quedó en querer y no poder. De cinco pinchazos consiguió tirarle al suelo. Toro muerto pero no matado por el espada. El cuarto fue un inválido (se le apreciaba afligido o débil de la mano izquierda) al que no picaron y también padecía bobaliconería. La faena fue insulsa y fútil el intento de Finito de agradar al público venteño. Media estocada bastó para que doblara.

En la segunda intervención de Román en este San Isidro hemos podido ver las carencias del valenciano. No ha tenido un lote para desorejar. No lo ha tenido. Pero cuando no hay tremendismo, riesgo, sangre del toro en la taleguilla, cogida o amago de cogida… esto es, cuando Román tiene que pensar en la cara del toro y tirar de oficio para capotear, realizar quites aseados o ligar tandas ortodoxamente, la conexión con los tendidos no llega. A su primero lo saludó con verónicas ceñidas, lo picó poco Iturralde y cuando llegó a la muleta lo hizo sin fijeza, sin transmisión y sosote. Román le dio muchos pases pero nada más que eso… pases. De media tendida y dos descabellos el toro pasó a mejor vida. El quinto resultó ser un toro reservón al que Román o no entendió o no quiso entender por ser consciente de que esta tarde no tocaría pelo. El toro regalaba los pases de dos en dos. Sin embargo, de habérsela dejado puesta al final de cada muletazo, quizá habría conseguido que la faena cogiera vuelo porque el toro transmitía. De media tendida y tres descabellos se deshizo de él.

Luis David Adame es, como Roca Rey, un torero que consigue despertar la atención del público desde el primer lance capotero. Reconozcamos que ha tenido el mejor toro de la tarde, pero de no haber tenido arrestos y oficio, toros como éste pueden dejar en evidencia al afortunado torero que le cae en suerte. Bajo los puyazos traseros de Óscar Bernal se mostró bravo y llegó con casta, raza, fijeza y, sobre todo, clase a la muleta. El mejicano le entendió y surgieron tandas de derechazos de bella factura y una de naturales. Todas rematadas con frescura e imaginación lo que encandiló al personal. Las bernadinas previas a la gran estocada pusieron la guinda a una faena bien armada y mejor rematada. La estocada cayó desprendida pero los pañuelos afloraron como lo van a hacer este año las amapolas. Oreja para el torero y ovación para el toro. Con el encastadito que cerró festejo la faena no llegó a cuajar. El toro se dejó la poca fuerza que tenía cuando se enceló en el caballo. Brillante y original fue el quite por lopecinasy vibrante fue el inicio de faena muleteril a base de estatuarios pero la embestida rebrincada y descompuesta del de Parladé impedía el acoplamiento. Por el izquierdo carecía de recorrido y por el derecho se defendía mirando más al torero que al trapo. De pinchazo hondo y descabello acabó con él. Debo destacar la brillantez de Miguel Martín banderilleando al 3º y bregando al 6º.

Mañana jandillas para Padilla, CASTELLA Y ROCA REY.  Así lo he visto y así os lo he contado
Galeria de Andrew Moore  https://torosdelidia.es/objetivo-andrew-moore-la-corrida-juan-pedro/