Una encastada y exigente novillada de Raso de Portillo, con una vuelta al ruedo y un indulto, pasó por encima de una terna insegura y poco firme. Alberto Pozo cortó tres orejas, dos de ellas simbólicas.

Tuvo que lidiar David Cadalid a su primer novillo, que humillaba y reponía sin mucho recorrido. Tardeó y empujó hasta en tres ocasiones en el caballo, y fue picado trasero y en exceso. Desde los inicios de la lidia, el novillero lo veía oscuro. Ante un novillo pronto y noble, pero sin recorrido estuvo muy inseguro, y tras probarle con dos tandas por el derecho fue a por la espada. Muy mal con los aceros, y el toro se tragó la muerte tras una estocada casi entera. Pitos tras aviso y ovación en el arrastre al animal.

Recibió Alberto Pozo al segundo con unas verónicas con la rodilla en tierra jaleadas por el público. Fue alegre las dos primeras veces al caballo, galopando en el tercer encuentro y acortó distancias en el cuarto intento desde los medios. Picado en exceso y trasero, nuevamente. Acertó Pozo con las distancias y el novillo fue pronto. Cabeceaba y salía con la cara alta. Por el izquierdo tenía medio muletazo y reponía. Unas tandas estimables por el derecho precedieron a una estocada en muy buen sitio, pero estos novillos vendieron cara su vida. Oreja y pañuelo azul.

El que salió en tercer lugar, tuvo más recorrido en el capote. Tardeó pero galopó en tres ocasiones desde distintas distancias, tirando al picador en dos de ellas. Señaló en malos sitios. Y en la muleta fue un novillo enrazado, de los de apostar. Repetía y era pronto a pesar de que no humillaba. Rafael Reyes estuvo muy poco quieto y desluciendo los pases, desaprovechó el buen pitón izquierdo. Tras un pinchazo vino una gran estocada, emborronada con el pésimo uso del descabello. Silencio tras dos avisos y ovación nuevamente para el novillo.

El que hizo de cuarto evidenció que iba a humillar y repetir. Ofreció una pelea discreta en dos varas. Con la muleta, Cadavid logró momentos de buen vuelo por el pitón derecho ante un novillo que embestía “a la mexicana”, muy suave y con recorrido humillado. Agarrado al piso por el izquierdo. Volvió a atascarse con la espada y tras usar dos veces el descabello, escucho tanto pitos como palmas, mientras el novillo sólo escuchó lo segundo.

Sorprendió el quinto, un novillo retinto de estampa antigua que salió con muchos pies y repitió con codicia en el capote de Alberto. Tras un galleo por navarras, el novillo metió los riñones. Fue pronto y alegre desde casi los medios y se dejó pegar en el segundo y tercer puyazo. Mantuvo ese comportamiento en la muleta, pronto, humillando y repitiendo, a pesar de que no tuvo mucho recorrido por ese pitón derecho. Alberto estuvo toda la faena con una gran actitud, una lucha sin cuartel entre novillero y novillo, toreándolo rápido y en algunas ocasiones sin quietud, tandas con mucho acople y otras con poco acople, la guerra entre los dos titanes estaba servida, si bravura y casta tuvo el novillo del Raso de Portillo, no le faltó menos al de Albacete para fajarse con el, aunque la bravura tan pura es difícil encauzar la . Mantuvo el novillo esa condición en todo momento, por eso comenzó una petición de indulto que fue creciendo hasta ser apabullante. Salió nuevamente el caballo de picar y el novillo fue alegre. No hay más preguntas señoría. Pañuelo naranja y dos orejas simbólicas. Paseó los trofeos junto al mayoral y ganaderos.

Tras este alboroto y este jolgorio, el público jaleo de forma intensa las verónicas de Rafael al sexto. Fue galopando en tres varas que tomó a corta y media distancia. Puso banderillas el novillero en un acto para enganchar más aún al público, pero la colocación de las avivadoras no fue la mejor. Humilló por ambos pitones, con más recorrido por el derecho. Reyes dio medios muletazos deprisa de dos en dos por ambos pitones sin apenas transmisión. Una estocada trasera puso fin a la tarde, pero el novillo iba a tardar en morir como sus duros hermanos. Ovación con saludos tras aviso y petición, y palmas en el arrastre para el último del Raso.

Plaza de toros de Pedrajas de San Esteban. Novillada con picadores. Tres cuartos de entrada en tarde agradable. Novillos de Raso de Portillo, bien presentados y de juego encastado y exigente. El segundo “Tafilete-14” fue premiado con la vuelta al ruedo y el 5º “Aforadito-5” fue indultado.

David Cadavid: Pitos tras aviso y división de opinión tras aviso.

Alberto Pozo: Oreja y dos orejas simbólicas.

Rafael Reyes: Silencio tras dos avisos y ovación con saludos tras aviso y petición.

Alberto Pozo salió a hombros junto al mayoral de la ganadería.

Por Quique Giménez