La corrida del Ventorrillo dejó mucho que desear, hasta el punto de que el señor Fidel San Román tendrá un disgusto de época. Aquello de cada tres corridas de toros le salga uno medio potable, sinceramente, el balance es muy pobre como para seguir vertiendo ilusiones al respecto. Hoy, para  mitigar un poco el tremendo dolor del ganadero -y los toreros- ha salido el sexto que en realidad era el quinto que ha permitido a su lidiador, Eugenio de Mora, cortar una legítima oreja.

Por cierto, como pudimos ver, De Mora acudía el hombre a la desesperada para triunfar en Madrid y, en primer lugar en vez de un toro apareció junto a él un criminal al más puro estilo ETA con el que bastante hizo  con salir vivo de aquel envite. Toro durísimo, criminal donde los hubiere con el que Eugenio de Mora ha salido vivo del trance que ya es todo un triunfo. Su segundo, descompuesto y sin ninguna opción de éxito, el toledano ha estado valiente como si de dicha corrida dependiera su temporada puesto que, arrinconado como tienen a este diestro poco puede esperar.

Pero para que todo no fuera un calvario para De Mora, lidió el quinto en sexto lugar por aquello de la cogida de Ritter. Sin duda, el toro de la tarde con el que De Mora ha estado sensacional por ambos pitones; la torería recia y castellana de este diestro ha renacido una vez más gracias a un toro que, sin ser para tirar cohetes, ha dejado que el de Mora de Toledo se explayara en su tauromaquia personal para contentar a los aficionados que, felices y dichosos, tras su monumental estocada han pedido con toda justicia la oreja para el diestro, la que ha paseado por el ruedo feliz y dichoso. Sería muy justo que ese triunfo le valiera para abrir muchas puertas que antes tuvo abiertas y que el taurinismo le cerró.

Es muy triste pensar que la mala suerte se cebe contra un torero y, éste es el caso de Sebastián Ritter que se tuvo que enfrentar a un toro desclasado que daba cabezazos como si de un martillo percutor se tratare. Pese a todo, Ritter, que es un torero muy a tener en cuenta, ha tenido pasajes muy lindos por ambos pitones; no se concretó nada importante porque el toro no quiso de ninguna manera.

Esperábamos, para este diestro, que saliera su segundo enemigo, el quinto del que antes hablaba, pero no ha podido ser porque Ritter, al intentar hace un quite al segundo toro de Mora, le ha prendido de mala manera con el capote y le ha inferido una seria cornada. ¿Se puede tener peor suerte? Además, ese quinto aludido era el toro de la tarde que, a no dudar hubiera permitido a Ritter expresarse de una vez por todas en Madrid. Ya vemos que, el destino es muy caprichoso y le suele dar almendras al que no tiene dientes. Ritter, sin conttratos y con el solo bagaje de sus ilusiones, para colmo, ahora tiene que recuperarse de la cornada, algo que hará, el problema será, ¿cómo podrá este muchacho curar las heridas de su alma?

Cerraba la tarde Francisco José Espada, el joven diestro de Fuenlabrada que acudía a Madrid con toda justicia puesto que venia de cortar una oreja en la capital el pasado dos de mayo en la corrida goyesca madrileña. Dos toros muy complicados a los que se ha enfrentado demostrando que tiene un valor espartano y que quiere ser torero. Si ayer fue Román el que hizo ese alarde de valor que le costó una fuerte cornada, hoy ha sido Espada que no le queda a la zaga en cuanto a valor se refiere. Si la disposición y el valor fueran premiados, Espada habría salido de Madrid como un gran triunfador. Nada que objetarle al muchacho que, para su suerte ha salido ileso de Madrid cuando se presagiaba todo lo contrario.

Tras ver el desarrollo de esta corrida y pensar que tienen sangre Domecq en sus venas, uno no termina de creérselo. La ganadería, sus vacas pueden tener sangre Domecq pero el semental vete tú a saber de dónde habrá salido. ¿Será que alguien le ha metido un gol por la escuadra al ganadero? Tras le juego de dichos animales, sin son de Domecq son los parientes lejanos con los que no se hablan.

Pla Ventura