Valencia con un elenco ganadero prácticamente domecq, quiere hacer de las fallas 2020, un homenaje al encaste en toda regla. En su último año de prórroga, Simón Productions quiere hacer caja con las corridas comerciales, echando a un lado el trapío, integridad y variedad. La plaza de Valencia se está rebajando a una mera plaza de comparsa, aduladora y que hace años ha perdido su verdor, su encanto y su nivel.

Sin salir de lo cotidiano, Simón Casas ha seleccionado unas ganaderías acordes a su visión. La ruina, tal vez no económica, pero si moral, rondará por el mes de marzo, en la primera gran feria de la temporada. Los toros de las ganaderías de Juan Pedro Domecq, Garcigrande, Jandilla, Victoriano del Rio, Fuente Ymbro, Zalduendo y Alcurrucen saldrán por la puerta de chiqueros para el deleite del torero, y el malestar del público. Las ganaderías seleccionadas para las novilladas son Fuente Ymbro y El Parralejo, por lo visto tienen que repetir ganadería, tal vez la basta cabaña española no tiene novillos sufrientes, ni variedad para sumir el reto de lidiar en Valencia. Aunque lo más probable es que Simón Casas deba dinero a Ricardo Gallardo y le quiera compensar con algún tipo de acuerdo.

Nos preparamos para ver a toreros como Antonio Ferrera y Luis David Adame y Ginés Marín con Zalduendo –Propiedad de Bailleres-, estos tres toreros son apoderados por la Fit, es decir Bailleres. Seguramente veremos al manquito de Chiva en dos ocasiones, a la figura peruana Roca Rey en su reaparición con un mano a mano, y que estará en también dos tardes. Un Pablo Aguado que apunta a dos tardes, y luego seguramente lo de siempre Castella, Manzanares, Morante, El Juli, Perera, y Álvaro Lorenzo con la corrida de Alcurrucen que casualmente este torero es apoderado por los dueños de esta ganadería de vertiente Nuñez. Luego espero que esten toreros como Urdiales, Paco Ureña, Emilio de Justo para darle algo más de sabor y verdad a esta feria de despachos.

No hay nada oficial, pero salvo cambio de última hora así será las Fallas 2020. Una feria carente de sentido, sensibilidad, pero no culpo solamente al empresario de turno, también a la figura y al público conformista que no alza la voz o vacía las plazas. Ayudar a estos, no es luchar por la tauromaquia, que no os engañen.

Por Juanje Herrero