Hoy en día las redes sociales permiten a cientos de fotógrafos mostrar su trabajo al público y compartir su pasión por la fotografía y el mundo del toro con todos ellos. Fotógrafos amateur, “semiprofesionales”, profesionales, llenan sus “Fanpage” de su personal trabajo, detalles de festejos tradicionales, corridas, recortes, campo, etc… aunque todo lo positivo tiene un pero… cada vez más empresas organizadoras de eventos taurinos roban sus fotos y las utilizan para beneficio propio sin pedir ni un simple consentimiento. Una realidad que cada vez afecta a más fotógrafos, que son objetos de apropiación indebida de sus imágenes sin ni tan siquiera pedir permiso. Tampoco reciben una pizca de reconocimiento.

Me voy a centrar en un caso que me ha llamado especialmente la atención, el fotógrafo Etienne Barbazan, Esteban para los amigos. Este veterano fotógrafo es el encargado de capturar a través de su personal visión los toros que saltaran al ruedo de Vic-Fezensac. Todo un icono por esas tierras francesas donde es un referente por su pasión y trabajo. Pues bien, una instantánea suya ha sido robada  no en una ni en dos ocasiones sino hasta en 4 ocasiones  que se tenga constancia hasta la fecha:

La primera vez en la localidad portuguesa de Nave de Haver para anunciar un encierro de la ganadería “Ze Noi” , el autor aviso a dicho pueblo pero no obtuvo ningún tipo de respuesta.

La segunda vez fue en Coria, donde un ayuntamiento  le dio 1200 euros a un chaval por copiar la foto del citado profesional. El ayuntamiento fue debidamente informado y su única respuesta es que no tenía constancia de lo ocurrido. Ante las pruebas enviadas por el autor, el ayuntamiento cerro filas y no se volvió a pronunciar.

La tercera en la presentación de los carteles de la feria de Pascua de Arles, donde a la vista de todos estaba un cuadro, basado en la dicha fotografía para promocionar al artista que amenizo la gala. Tampoco Etienne recibió ninguna explicación.

La última vez, ha sido hace unas semanas, donde se puede apreciar el toro del señor Barbazan  en un cuadro de estilo moderno, este cuadro fue vendido a un elevado coste, confirmado en las redes sociales por el autor. Esta vez el autor negó copiar la foto y, afirma que es su propia inspiración la que le llevo hacer este trabajo.

Todos han quedado retratados ante la evidencia de los hechos, todos han demostrado la poca sensibilidad para avisar a su autor e invitarle a participar activamente del proyecto, nombrarlo o reconocer su autoría. Un mundo taurino tan apasionante, en el que varios artes beben directamente su néctar, fuente de inspiración pero en el que sale tan barato colgarse medallas de otros. Triste realidad la que enfrenta esta nueva época.

Otro que recientemente ha sufrido otro robo intelectual, es el famoso artista parisino Jerome Pradet, una de sus personales y únicas caricaturas, en esta ocasión del maestro “El Pana” ha sido sustraída de la red para ilustrar un cartel de la feria de León de Guanajuto.

Etienne Barbazan es solo un ejemplo de lo que pasa a muchas personas año tras año, cartel tras cartel, feria tras feria. En casi todas las ocasiones no piden nada que no sea suyo y por derecho propio, el reconocimiento de  su trabajo.

Horas y horas las que invierten cientos de fotógrafos taurinos para dar vida a su pasión. Muchos kilómetros a sus espaldas, dinero en material, gasolina, comidas. Todo por un sueño, todo por un modo de vida. No tengáis angustia, no estáis solos, tenéis todo  nuestro apoyo. Porque el reconocimiento siempre llega, de una forma u otra.

Fotógrafos taurinos todos vosotros sois la luz de la tauromaquia. Gracias por tanto, por emocionarnos a diario y promocionar la tauromaquia día tras día. Gracias

Por Juanje Herrero