Una de las mejores entradas en lo que va la temporada, registró el coso de Insurgentes en la llamada Corrida “Guadalupana”, en honor a la patrona de los mexicanos que es celebrada el 12 de diciembre.

Ya se ha vuelto, al igual que la inauguración y el aniversario, una corrida icónica, que atrae a aficionados y público en general, siendo muy altas las expectativas, mismas que terminaron en una triste decepción

Se anunciaba la “esperada reaparición”  de la ganadería de “Begoña”, que hacía 23 años no lidiaba en la México. Aún no se quién la esperaba, porque por más que indagué entre los aficionados a lo largo de varias semanas, a nadie le impresionaba su inclusión en la temporada, sin embargo la publicidad alrededor de este festejo se basó en la ganadería. Y en general todos tuvieron una digna presencia, sin causar mucho impacto. En términos generales la casta se hizo esperar. Un encierro soso, algunos con genio, otros débiles (mansos), en fin, una decepción si es que alguien realmente estaba ilusionado con la dehesa.

Poco hay por decir de lo que sucedió durante el festejo, ya que pese a la voluntad e intentos de los tres toreros solo algunos detalles saltaron a la vista y causaron una respuesta en el tendido.

Sergio Flores hubo de cortar la única oreja del festejo, en el cuarto de la tarde, como un auténtico regalo prenavideño que fue amargamente protestado por gran parte del público, que hoy salió sumamente molesto del coso. Parecía que el toro podría ser partícipe de los sueños del torero, compareciendo con prestancia y recorrido hacia los telares del tlaxcalteca, pero la falta de bravura se hizo presente rompiendo el ritmo y el acento y dejando todo en manos de un hombre que estaba animado en busca de un triunfo a como diera lugar.

Y a base de imprimir emociones desbordadas, fue convenciendo al público, que no al astado, de su intención.

La espada defectuosa pero eficiente emocionó a algunos que sacaron su pañuelito, a lo que el juez de plaza respondió sin chistar.

Estaban de promoción en el palco.

Del primero de la tarde nada por resaltar. Voluntad hay, pero no sustancia, elemento, ingrediente, componente, cuerpo, ser, masa, principio o factor. Y ésto prevaleció también en los astados de Andrés Roca Rey y Luis David Adame.

Salvo un ajustado quite del peruano y un inicio de faena en su habitual e impactante estilo que animaron a la concurrencia, digamos que fue una gris tarde, lejos de exaltaciones o impresiones, y a años luz de la transmisión de peligro y dramatismo que finalmente es parte de la esencia de la fiesta.

Luis David y un quite por “Zapopinas” alegraron por un momento al encolerizado público que pudo haber incendiado el tendido de sol, con la irritación que sacaba llamas entre las barreras y terminó en conato de pleito. Pero lo malo no es solo ésto, lo malo es que hoy le faltaron el respeto a la Plaza México de la manera más vulgar, vergonzosa y nefasta que exista.

Las autoridades tendrían que tomar cartas en el asunto porque han convertido a la Monumental más grande del mundo, en una plaza de trancas, de segunda, una pachanga de pueblo.

El sexto toro de la tarde rehusó hasta en tres ocasiones al caballo, hecho que comenzó una bronca tremenda en las alturas. Aunque el reglamento es claro, la tradición dice que se regresa a los corrales y debe salir un sobrero. Pero de pronto se da la orden desde el biombo de poner banderillas negras, a lo que sucede una confusión y un par de blancas. De pronto hay un aviso del biombo y se coloca un tercer par de negras en las que además el toro brinca al callejón mostrando la asquerosa mansedumbre que lo acompañaba.

Y se clava un cuarto par de negras.

Pero en un momento suena el clarín, proclamando que el toro será devuelto a los corrales.

¿Qué es ésto? ¿En qué plaza creen que estamos? ¿Quién es este imbécil que se burla de la gente, de los toreros y hasta del manso?

A la cárcel tendrían que meter al Juez de Plaza, por saltarse categóricamente el reglamento.

Por cierto, se me olvidaba el punto más importante. El ganadero es Don Alberto Bailleres, quien además es socio de la empresa que regentea la México.

¿Esto es lo que nos ofrecen? Manipular a la “autoridad” cuando sus “23 años, esperados toros” reciben la humillación de las banderillas negras.

Y si no es así, ¿porqué atacan a la fiesta?

¿Porqué le quitan su dignidad y grandeza?

Su fracaso como “esperados ganaderos” les está poniendo en contra al público que hoy salió cabreado.

Cojines por doquier, mostraron la clara molestia del respetable.

¡Estamos al borde del precipicio!

 

El domingo se lidiarán 6 de Barralva para David Fandila “El Fandi”, Fermín Rivera y José Mauricio.

Por Alexa Castillo