En estos últimos días está circulando un audio, digamos no muy dichoso, donde un señor del cual no voy a mencionar, pero del que todos saben quién es, habla públicamente sobre la relación entre Galdós y Roca Rey.

Con una habilidad única para crear una historia, cuenta un episodio digno de un buen “cuenta cuentos”, aquí en Perú existía en los años 90 un programa llamado “El narrador de cuentos”, pues este señor lo ha superado, y se ha convertido del narrador de cuentos de este siglo XXI.

Empieza su relato, -ojo- con una imaginación única o quizás tiene súper poderes para trasladarse a Chota, Cajamarca – Perú, pero en una realidad paralela, nos cuenta que la lesión de Andrés Roca Rey se debe a una supuesta pelea. Una pelea entre dos bandos, entre dos clanes, entre dos familias, una pelea de bar según el mencionado contador de historias. El día 26, después que Andrés había salido vestido de monosabio en la tarde que toreaba el diestro Galdós, (otro de los involucrados en este cuento fantasioso), y con una ligereza digna de un periodista del corazón, cuenta que hubo una pelea entre la gente del torero Galdós y Fernando Roca Rey a la que se unió Andrés, por qué le tiene malas pulgas, ya que Fernando es un macarra, un chulo, un agresivo, y es ahí donde se produce dicha lesión que aqueja al matador Andrés Roca Rey.

Mire señor “contador de historias”, su cuento es fantástico,  alucinante, si sólo fuera cuento… pero usted juega con las honras de tres toreros y de sus allegados, nunca pasó lo que usted dice y le dice alguien que sí estuvo en Chota, no en su mundo paralelo. La mentira es la usencia total de la verdad, y lo hace de una manera descarada, ya que el torero Joaquín Galdós llegó con su padre y su señora madre a la cita de ese día. Por la mañana estuvo en el sorteo; dicho de paso mis respetos para el torero, con mucha humildad, nos atendió de una manera muy agradable, tampoco se negó a las fotos que muchos querían tener. Es cierto, que Andrés salió vestido de monosabio, un hecho que fue visto de buena manera por toda la afición y no es que toda la tarde la paso en dicho cometido; luego el señor “contador de historias” empieza con la parte más fuerte del relato, que dónde hubo la dichosa pelea de bar… donde Andrés termina lesionado, mentira muy señor mío, mentira, no hubo dicha pelea.

El torero Joaquín Galdós llegó a Chota con sus padres nada más terminar la tarde del día 26 subió al auto que lo trasladaría a la ciudad de Chiclayo, que está 4 horas de la ciudad de Chota, puesto que tenía ya pasaje comprado a la ciudad de Lima, solo está parte desmonta la falacia infame contada por este señor, que no contento utiliza unas nefastas palabras para calificar al torero Fernando Roca Rey, quien también ya no se encontraba en la ciudad de chota. En estos últimos días se puede ver en algunos vídeos los gestos de dolor que hacía el torero Andrés Roca Rey en su último toro de la tarde del día 25.

Mi seguridad en mis palabras viene en que yo ocupe un lugar en dicho avión donde viajaba Joaquín Galdós, por lo tanto, queda en estela de duda, tan contundente afirmación. Y de aquí, mi monumental cabreo a la hora de hablar sin contrastar.

Es muy fácil crear una historia, sin pensar las consecuencias, manchar las honras de las personas, es muy fácil soltar unas palabras y dejarlas ahí, como también es muy fácil en este mundo digitalizado que esas palabras terminen al otro lado del charco, como suelen referirse, y es muy fácil desmentir dicho cuento, porque mi admirado señor  “las mentiras tienen las patas cortas”, estamos esperando que tiene que decir el autor del audio después de tal atrevimiento, a ver si escuchamos otro audio pidiendo disculpas a los toreros involucrados, si no solo quedará en una anécdota, de un calentón sin fundamento, que se ocultó tras un celular, para difamar, no sabemos con qué propósito, a tres toreros que en Chota, en Perú y Latinoamérica  se les respeta y admira.

Por Hans Gonzales