Por Paula Mendieta

Colmenar de Oreja amanecía con un sol radiante la mañana que se conocía la noticia más esperada desde hace años.

Su iglesia, Santa Maria la Mayor, tocaba ya sus campanas con distinta armonía. Hasta el reloj de la plaza daría las doce con una música especial. Con un campaneo celestial alertó de que un nuevo rey se coronaría para siempre. Su querido y mimado príncipe, el protagonista de esta leyenda que he ido escribiendo meses antes de conocerse dicha proclamación, daba un paso muy importante y decisivo en el reino del toreo.

Los vecinos, curiosos y alegrados por la noticia, preguntaban sin cesar si era cierto que el príncipe de Colmenar, al fin se proclamaría como rey. El todopoderoso, y después de presenciar sus actuaciones en La capital del toreo, con la divinidad de sus lances y su don para recrear una obra maestra con tan sólo dos muñecas, decidió honorarle con una fecha que ya quedó inmortalizada en el calendario para el resto de la historia. Y será mañana. Un 11 de febrero de 2018, en la mítica plaza de toros de Valdemorillo: «Dicen que lo costoso sabe mejor cuando se consigue, es una de las mejores cosas que  pueden pasar a quien empieza una andadura tan difícil pero a su vez bonita. Ahora mi Colmenar tendrá un nuevo Matador de toros y creo que la gente está ilusionada, eso es lo más gratificante que puede tener un torero al menos a mi parecer!!».

Solo un mito puede hablar de otro. Y digo mito porque ya se ha convertido en eso. Aunque solo sea por su paciencia a la hora de lidiar no solo con toros, sino con todo lo que rodea a este precioso animal. Ya lo decía El Gallo: «En esta vida, todo se torea». Aunque solo sea por la personalidad e independencia que siempre ha demostrado tener Juan Miguel Benito. Aunque solo sea porque nunca se ha rebajado. Aunque solo sea porque sabe lo que vale y lo ha demostrado siempre que se ha vestido de luces en Madrid. Aunque su cabreo en ocasiones haya sido justificado por una lucha y sacrificio continuo durante años. Otros lo leerán y creerán que no pero, aunque solo sea por eso, ya se ha ganado su condición de mito. Con la misma mentalidad que ha ido siempre a pisar el albero, se presenta como el nuevo matador de toros: «La mentalidad es la de siempre,  pero con la ilusión añadida de que a partir de ahora te puede cambiar la vida de verdad.»

Contaba la leyenda que haría historia. Y así lo hizo. Pues sin reino ni trono luchó hasta el final. Hasta llegar a Valdemorillo, donde le esperarán testigo y padrino, para entregarle «La Corona» deseada. Una corona galardonada con el nombre de Guadalmena, que fundará el nuevo camino a partir de ahora: «Es el día y la ganadería que me da la oportunidad de andar un nuevo camino para llegar a conseguir mi sueño,  aunque esto sea el principio siempre lo recordaré. Me gusta la ganaderia y si Dios quiere que sea asi es por que tiene que ser. Mi padrino A. Lamelas es una persona a la que admiro  mucho, es la muestra perfecta de que las cosas se consiguen. y el testigo M.de Pablo ya estuvo en mi presentación en Madrid como Novillero, ese día empezó todo y ahora vuelve a empezar.  Será un día bonito para todos»

Mañana será el primer día del resto de tu vida. Y como decía Platón, «Un nuevo comienzo siempre es la parte más importante de la obra». Pero cuando hablamos de comienzos es inevitable pensar en los recuerdos. La nostalgia de días que nos hicieron grandes. Que nos hicieron felices. De metas conseguidas o de fracasos superados. De tardes de gloria que nos hicieron creer y crecer: «aunque las cosas no sean fáciles,  siempre te quedas con muy buenos recuerdos. He tenido dias  muy bonitos y etapas vividas con personas que nunca dejare de querer gracias a la profesión. En el ruedo me quedo con el 22 de Junio de 2014 en Madrid, era el día de mi cumpleaños y estuve a punto de salir en hombros».

Esta es la historia de una leyenda real encarnada en un hombre de carne y hueso. Sin cuento ni aspecto ficcional. Esta es la historia de Juan Miguel Benito, esa que lleva escrita desde un 22 de junio del 86. La historia de una personalidad infranqueable. La historia de un pulso que nunca tembló. De una ilusión que no quebró pese a cada complicación.

Esta es la historia de alguien que nunca perdió su esencia y no lo hará por mucho que pesen las victorias con el tiempo: «La personalidad no se compra ni se vende, cada uno es como es y se torea como se es, no se lo que pensarán el resto de toreros, en mi caso el pesamiento es asi. Me queda mucho que aprender y estoy trabajando duro para ello pero la personalidad es el sello de cada persona, siempre reinado de humildad y verdad.»

Me repito cuando digo que habrá gente que no comparta mi visión, que no esté de acuerdo. Pero por encima de todo, me siento orgullosa de haber podido escribir la leyenda precedente a la próxima que está por llegar. Porque insisto: él es la leyenda.

Y ahora si Juan Miguel, llegó tu hora. Y llega con los deberes hechos. Obliga a todos aquellos que informan a escribir bien. A todos aquellos que asisten a emocionarse. Y obliga sobretodo a aquellos que critican a hablar bien.

Y mucha suerte. Y al toro.