LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN

por Manolo Herrera

 

Como el titulo de esa legendaria canción de Miguel Ríos «los viejos rockeros nunca mueren», y es cierto, estamos de unos años atrás hasta hoy en día reivindicando una regeneración del escalafón taurino, y hablamos de toreros emergentes, de jóvenes promesas, de muchos toreros que vienen pisando fuerte, pero que nunca se nos olvide que la veteranía es un  grado y como se dice en mi tierra el mejor caldo lo dan las gallinas viejas.

Está claro que hay un ramillete de toreros que ilusionan a la afición, Ginés Marín, José Garrido, Roca Rey, Juan del Álamo, Román o Álvaro Lorenzo son solo un ejemplo de esos toreros que corren de boca en boca de la afición  algunos de ellos se quedaran en el camino pero otros están mandado a llegar lejos.

Luego están ese grupo de toreros que gozan siempre de buen cartel y entran entre la juventud y la veteranía, López Simón, Curro Díaz, Cayetano, Miguel Ángel Perera, Talavante, Antonio Ferrera, Manuel Escribano, Juan José Padilla, Sebastián Catella, Paco Ureña  o David Mora este grupo son toreros de feria que alguno gozan de una veteranía ya patente dentro del escalafón y otro aunque llevan tiempo pegaron fuerte hace poco.

Hay otro grupo que son los esperados por la afición lo forman tres toreros y son toreros a los cuales la afición mima y esperan Morante de la Puebla, José Tomas y José María Manzanares, un cartel para toda las ferias.

Pero he dejado para el final a dos viejos Rockeros dos de los que nunca mueren, dos que han llevado el peso de la temporada en su espalda, dos que todos los inicios de temporada lo quieren retirar y hoy en día cuando la temporada está dando sus últimos coletazos, son adorados por la temporada que han hecho, por el momento de madurez y solera que tiene  porque como los buenos vinos con el tiempo están aun mejor, como son Enrique Ponce y El Juli, son el claro ejemplo de que «los viejos rockeros nunca mueren».