“El sufrimiento es parte de la Gloria”, eso  lleva grabado a fuego uno de los grandes, llevamos hablando mucho tiempo de él, llevamos tanto tiempo anunciándolo, como si el día nunca fuera a llegar, pero el tiempo siempre pasa y pasa para todos.

Se va o mejor dicho ya se ha ido un torero singular de esos que es difícil que vuelvan a salir otro, se pueden escribir rios de tinta sobre su concepto de torero y cada uno lo veremos de una forma u otra, pero en lo que todos/as nos vamos a poner enseguida de acuerdo es que se ha ido el torero más honrado y con mayor pundonor de los que han pisado lo ruedos en las últimas décadas.

Tengo de él muchas tardes grabadas a fuego en mi retina, recuerdo aquella tarde de Arcos de la Frontera, de novillero sin  caballos donde un eral de Bohórquez le hizo su debut de sangre quien iba a decir que llegarían tantas y tantas después, en mi recuerdo también muchas tardes mas en muchas plazas pero en especial cuatro tardes en la plaza de mi ciudad El Puerto de Santa María, seguro que usted maestro también las recuerdas igual que yo, la del 10 de abril de 1988 donde se presentó como novillero sin picadores, la de su presentación como matador con una de Miura un 24 de agosto de 1997 donde corto 4 orejas, o aquel toro de Gavira donde su lado más artista un 16 de agosto de 1998 o los seis toros en solitario de maría Luisa Domínguez y Pérez de Vargas el 15 de agosto de 2004.

De Panaderito a Pirata pasando por Ciclón es un gran ejemplo de superación, un torero al que nada le han regalado y todo lo que tiene lo tiene marcado en su cuerpo en forma de cicatrices

El maestro Juan José Padilla se ha ido de los ruedos españoles en  Zaragoza, donde nació el Héroe. Suerte Maestro.