Hace pocas horas se cantaba él, pobre de mí que ya se acaba San Fermín, unos sanfermines que nos han dejado varias cosas claras, y que la casa de misericordia deberá de tomar buena nota.

En el capitulo ganadero tendrán que cambiar algunos hierros, que no han funcionado en el ruedo pamplonés y llevan años sin funcionar, y traer hierros nuevos que de seguro darán buena cuenta tanto en el encierro mañanero como en el albero por la tarde. Teniendo claro que uno de los triunfadores este año ha sido Jandilla.

Si estos sanfermines va a destacar por algo es porque han sido los de la despedida de uno de sus toreros, uno torero de Jerez llamado Juan José Padilla, que debutó en Pamplona cuando era un desconocido ante una corrida de Miura en 1999, ha salido siete veces a hombros tras 26 paseíllos en San Fermín, la historia empezó con el mítico Bombito, un torazo llegado de Zahariche que estuvo apretando al peto del caballo del picador más de diez minutos y que pasó a la historia por su infinita bravura. Juan José Padilla, con la plaza de bote en bote, cortó después las dos de Alpargatito, de ahí a la de Jandilla del pasado viernes donde Padilla mas pirata que nunca regreso a su feudo, a su plaza la de las banderas piratas ondeando, y el  «¡Illa, illa, illa… Padilla maravilla!».

Pero parece que Pamplona ya tiene heredero o herederos, está claro que el natural el elegido es Roca Rey 5 tardes en San Fermín cinco puertas grande, pero a los Pamploneses y Pamplonesas, también le ha calado otro torero que esta temporada está siendo una autentica revelación para muchos y una consagración para los que lo hemos visto desde la escuela taurina de Jerez que tantos y buenos toreros a dado y seguirá dando aunque algún político barato no quiera, Octavio Chacón ha calado en Pamplona, al igual que lo ha hecho en Madrid por sus maneras, por su formas de torear, pocos dominan hoy en día a un toro, sea como sea con la capa como lo puede ser Octavio Chacón y eso gusta ya que no hemos mal acostumbrado a no verlo.

Gloria para Padilla y su «¡Illa, illa, illa… Padilla maravilla!», y bien venidos el feudo pamplonés, al capotillo torero de San Fermín, a Roca Rey y a Octavio Chacón los príncipes herederos del «¡Illa, illa, illa… Padilla maravilla!».