Hoy tenía previsto dedicar este espacio semanal que me da torosdelidia.es, a la gloria que ha  alcanzado el joven toledano Álvaro Lorenzo, pero el pasado sábado el rio Guadalquivir amaneció triste a su paso por la Puebla, las marismas lloraban la muerte de su centauro.

Con la muerte de Ángel Peralta desaparece una figura de la tauromaquia una de esas figuras de época que dejaran un legado extraordinario, uno de esos genios que da la Puebla del Rio, Ángel Peralta, fue , es y será figura de la tauromaquia uno de los más importantes rejoneadores que supo combinarlo con proyectos de diversa índole destacando especialmente con los  poemas, hasta destacadas actuaciones en el Séptimo Arte con papeles en películas, en las que  destacan sus papeles en ‘La Novia de Juan Lucero’, junto a Juanita Reina, y ‘Cabriola‘.

Además, junto con su hermano Rafael, Ángel Peralta dedicó toda su vida a la cría de caballos, tanto el Pura Raza Español, como el caballo de deporte para rejoneo y para competición.

 Ángel Peralta ya se ha encontrado con “Aviador”, que fue su primer caballo y junto cabalgan de nuevo, junto comienzan a formar la cuadra que le dio la gloria de la tauromaquia donde no podrá faltar “favorito” caballo con el que debuto como rejoneador en la Pañoleta cuadra en la que no faltaran las Yeguas «Mejicana» y «Bruja» y  caballos nos cómo  «Gaviota», «Jabato» y «Príncipe» y sobre todo «Ingenioso» equinos que junto a Ángel Peralta escribieron con su galopar una de las paginas mas gloriosa del rejoneo.

Como rejoneador, la historia de Ángel Peralta podría llenar varios volúmenes del Cossio, pues el arte del rejoneo se hizo grande con él. Podemos afirmar que algunas de las suertes más vistosas y difíciles de este arte, son invenciones suyas como la suerte de poner banderillas a dos manos, o al quiebro por la izquierda, algo muy complicado y que gracias a su empeño consiguió, llegándose a convertir en una de las suertes más valoradas por el aficionado. Otra es la muy conocida suerte de la rosa.

Y que mejor manera de terminar estas líneas con un Fragmento  de uno de sus poemas

Galopaba tras el toro
con la garrocha en la mano
de pronto se me embrocó
y ante el medio de aquel
llano a mi caballo mató.


Aún salvarle quería
con una herida mortal
a caerse resistía
para poderme salvar
 
del toro que nos seguía.


Con un relincho de pena,
 
me dijo su último adiós
 
sólo a mí me consoló
saber que a la jaca buena
también se la lleva Dios.»