La Ruiza, finca propiedad de la familia Prieto de la cal, situada en tierras Onubenses entre Niebla y San Juan del puerto y regada por el río Tinto es un auténtico paraíso para los legendarios Veraguas que con tanto cariño y afición crían esta dinastía ganadera desde hace más de setenta años.
Originalmente fué formada por D. Florentino Sotomayor en 1911 con vacas y sementales de Miura y una pequeña punta de Parladé, cruzando al poco tiempo con Macarrón y Medialuna sementales de Tamarón ( más sangre Parladeña ) cogiendo la antigüedad en Madrid el 25 de mayo de 1919 con divisa grana y oro, en 1931 la compran los hermanos Martín Alonso, cuatro años después llega a manos del gran diestro Marcial Lalanda y tras quedar casi esquilmada en la guerra civil en 1941 es comprada por D. Tomás Prieto de la cal y Dibildos marqués de Seoane, que al poco tiempo cambió radicalmente el encaste al comprar 250 cabezas a José Enrique Calderón de puro origen Veragua de lo que vendió la familia Domecq y Díez ( sin cruzas con lo del conde de la corte ) iniciando así una apasionante y difícil aventura que llega hasta nuestros días.

Luis Miguel Dominguin ( amigo íntimo de D. Tomás ) y mandado en el toreo de la época le mataba las camadas enteras todas las temporadas.
Fallece D.Tomás en 1975 pasando la ganadería a nombre de su hijo D. Tomás Prieto de la cal y Picón, que por entonces era un niño de nueve años siendo su madre y el genial mayoral Pepe Doblado ( en esta casa ganadera saben que el mayoral es una pieza fundamental en las ganaderías, el actual Rafael Rodriguez es otro estupendo profesional ) los que valientemente sacan la ganadería adelante con la inestimable ayuda en los tentaderos de ganaderos como : Alonso Moreno de Cova, José Murube, Luis Algarra, etc.

Los ochenta y noventa del siglo XX superado el bache fué una buena época para los Veraguas onubenses que lidiaban en plazas importantes incluidas las ventas y la maestranza sevillana, pero a partir de 2008 con la puñetera crisis se reduce el número de festejos y las ganaderías de encastes minoritarios sufren más descarnadamente las circunstancias adversas ( incluidos los salvajes y excesivos saneamientos) Prieto de la cal como otras ganaderías de las llamadas toristas tiene su refugio principal en las plazas francesas ( que rinden culto al toro bravo) Frejús, Mugrón, Parentis, San Vicent de Tirosse, etc, y en las ferias de novilladas con caché como Algemesí, Calasparra,etc.
Como aficionados al toro de lidia en toda su variedad, deseamos que Prieto de la cal siga ocupando un lugar de preferencia en la cabaña brava y que de la ribera del río Tinto sigan saliendo los antiguos Veraguas para pelear con fiereza en las plazas de toros .

 

Por Rafael Falcon

Fotografia Mario Santos