Querido Navarro….no es algo habitual pero si quiero hacerlo públicamente. Te estaré agradecido toda mi vida por haberme dado la oportunidad de tener una tarde tan emotiva en la primera Plaza del Mundo.
Desde que te ví días anteriores en fotos y vídeos me impresionaste e intuía que eras para mí. De ahí todo el miedo que pasé los días previos a tan grande compromiso en Madrid.
Cuando a las 12’00h del día 9 me confirmaron mi gente después del sorteo que así era, me quedé blanco. Apenas podía hablar, no pude comer y menos aún descansar. Eran momentos difíciles de mucha incertidumbre sin saber que iba a pasar. Pero ahí empezaba nuestra verdadera historia, la tuya y la mía.
Recuerdo antes de tu salida por la puerta del chiquero una mirada no sé a donde….pidiendo ayuda. Mi primer toro había sido un toro normal sin muchas opciones para el lucimiento y me faltaba ese empujón para dar un toque serio de atención en Madrid.
Cuando saliste al ruedo, te pegaron una ovación tremenda, me impresionó tu trapío y me asustaste como pocos toros lo han hecho. Aparte de esa seriedad que tenías tu mirada tan desafiante me hacia temblar.
Desde que te recibí con el capote me avisaste que ibas a vender cara
tu vida, tu embestida era muy encastada, como muy encastado fueron los tres encuentros al caballo de picar. Que pedazo de tercio de varas hiciste. Estaba todo el mundo emocionado en la Plaza menos yo, que sabía lo que me esperaba después.
Cogí la muleta sin saber que iba pasar, tenía claro que iba a ser una pelea entre los dos. Era consciente que tenía que hacer un gran esfuerzo y tirar la moneda al aire. Estaba en Madrid y venía de una racha de triunfos muy importantes.
Según fue pasando la faena sentí que me hacia contigo y que al final te iba a dominar, me estaba costando la vida, pero te soy sincero Navarro, lo más sencillo para ti hubiera sido acabar defendiéndote o embistiendo cada vez peor.
Ahí es donde demostraste tu bravura, tu nobleza, y tu entrega. Ese momento fue mágico.
Salía de rematar las tandas y veía al público en pie emocionado, esa imagen no la olvidaré nunca. El público nos estaba valorando a los dos. Te repito de nuevo Gracias por regalarme esas embestidas que me hicieron sentir el Toreo de verdad. Gracias al destino que haya querido unirnos para formar una obra tan emocionante y tan bonita.
Te recordaré siempre NAVARRO gracias

 

Fotografia Victor Juan