En tiempos de crisis todos debemos tener la suficiente sensibilidad para afrontar lo que inexorablemente se nos viene encima. Después de la crisis sanitaria, vendrá la crisis económica, y la tauromaquia necesitará toda la ayuda posible. No pueden “pagar el pato” siempre los más débiles.

Los festejos taurinos se verán drásticamente reducidos en el 2020, de esa realidad, ya somos totalmente conscientes. En la temporada 2021 también puede verse afectados, y haya incertidumbre y desconfianza entre los empresarios taurinos, por la respuesta del aficionado.

En ese momento, las figuras, los toreros del grupo especial, deberán dar un paso al frente y rebajarse sustancialmente sus cánones, emolumentos o cache, como ustedes quieran llamarlo. Lo cierto es que las figuras deben renunciar a sus elevados números, reajustarse sus salarios para que todos, tanto el público, como el empresario puedan seguir dando el mismo números de festejos, o incluso subir. En ocasiones, las figuras perciben verdaderas fortunas por enfrentarse a toros sin kilos, sin bravura y sin puntas. Ya es hora, que devuelvan un poco, solo un poco, de lo mucho que se han llevado por su cara bonita, denigrando a la fiesta.

Si las figuras aceptan, el empresario podría abaratar costes, y podría poner las entradas más baratas, para que incluso los aficionados afectados por la crisis puedan asistir algunos festejos. Una cadena, para que el mundo taurino siga creciendo, y no empiece a morir.

En estos momentos el compromiso de las figuras con los aficionados, con la tauromaquia, y con los empresarios, porque no, debe ser total. Ahora o nunca. El balón caerá en su tejado, y tal vez es hora de devolver algo, a la tauromaquia, que les ha hecho millonarios. Un pequeño gesto que puede promover las corridas, y dejar de que sean en ocasiones, retos inasumibles para muchos empresarios.

Es el momento de abaratar costes, y ese compromiso de parte de los más privilegiados puede ser ideal para todos. Pero sobre todo para la salud de la fiesta en momentos de angustia.

Por Juanje Herrero