Cuando hablamos del encaste Santa Coloma nuestra mente nos lleva -entre otras ganaderías- a la de Ana Romero, santo y seña de un encaste en vías de extinción, que está ligado al apellido Romero desde prácticamente apostaron desde sus inicios. Ahora en la actualidad es su hijo, Lucas Carrasco Romero, quien dirige el destino de tan emblemática vacada. Un ganadero que tiene una afición desmedida por la tauromaquia, habla con cariño e ilusión de sus toros, de su temporada y de Azpeitia, que es su pequeño bastión del norte y un gran talismán para la ganadería gaditana. “Azpeitia es una plaza con mucho significado para Ana Romero, en la que llevamos 8 años lidiando, y de los 8 años, si no recuerdo mal, salvo uno, nos hemos llevado el premio al mejor toro, y en varios años la mejor corrida. Los resultados siempre han sido muy buenos, cada año es un reto más de repetir esos buenos éxitos, estamos mal acostumbrados, pero bueno llevamos una corrida en el tipo de nuestro toro, y lo más importante que es la presentación  cumplimos perfectamente. Esperamos que los toros tengan suerte, porque los toros también necesitan suerte con el día, con el matador, con la lidia”.

Con poquito se hace camino, pero con resultados se hace prestigio. Y es un camino duro, lleno de fatigas, en la que el desmayo no es una opción, siempre con la ilusión de que salga el toro bueno, el bravo encastado, el exigente, que hipnotice al aficionado haciéndole llegar a un trance de frenesí, no solo los toreros provocan este estado, también hay toros, con los que sales toreando. Aunque hoy en día es muy difícil ver los toros del encaste minoritario en el circuito, un circuito que cambia radical al norte de España y Francia, donde dan su importancia al toro “Es muy complicado entrar en las ferias, porque el mercado para este tipo de ganaderías es muy reducido,   se limita a plazas del norte de España y Francia, Madrid también pero con un tipo de toro que nosotros es muy difícil tener una corrida completa. El tipo de toro ha cambiado, el común de los toreros no entra en sus planes  porque se sale de esas 5 o 6 ganaderías, cada vez es más complicado abrirse camino”.

San Roque, Azpeitia, Dax y Peralta son los destinos esta temporada de los bravos cárdenos de Ana Romero, unas plazas marcadas por su defensa del toro íntegro y los encastes minoritarios. Chateaurenard era otro de los destinos de esta vacada, que finalmente fue declina y anunciada por los toros de La Quinta.-Tendría algo que ver Enrique Ponce que estaba anunciado en el cartel-

Lejos quedan aquellos años donde Enrique Ponce se apuntaba a los bravos toros de Ana Romero, -Incluso llego a indultar un par de toros-, lejos queda la sensibilidad del aficionado exigiendo el toro bravo y encastado, lejos queda cuando las figuras se apuntaban a todos los encastes. Ni idea de donde nos llevara esta tauromaquia tan de algodones y mandones, de falta de compromiso y egoísmo, pero triste es cuando la vacada de Ana Romero –igual que muchas otras ganaderías- tiene que acortar la camada ante la falta de salida de su producto en detrimento del toro “artista” con más nobleza que bravura.  Toda la suerte del mundo a la ganadería de Ana Romero, y que siga conquistando premios, aficionados y corazones.

Por Juanje Herrero