El novillero Valenciano corta cuatro orejas a un bronco encierro de El Cahoso. Maxime Solera dio una vuelta al ruedo que nadie pidió mientras que Carlos Olsina cae herido.

La ya famosa feria de novilladas de Pedrajas de San Esteban comenzó con un encierro de la ganadería extremeña de El Cahoso, aunque todos los ejemplares estaban marcados con el hierro de Rio Grande.

Maxime Solera recibió al primero de rodillas en el tercio, con largas cambiadas y toreo a la verónica, y fue prendido sin consecuencias. Pasó sin pena ni gloria por el caballo. Al iniciar la faena de muleta se repitió la misma acción que en el recibo con el capote. De rodillas y un nuevo susto. Fue un marmolillo el novillo, que pasaba poco y sin decir nada. Perfilero y valiente el francés, sacó alguna tanda estimable. La espada se le torció, y tras el silenciado arrastre del animal, dio una vuelta al ruedo incomprensible.

El segundo novillo pasó humillando en el capote de Olsina, que toreo firme a la verónica. Discreto tercio de varas, que tanto se valora en esta pequeña plaza. Evidenció las querencias en el inicio de rodillas. Al coger la mano con la muleta, se llevó una cornada en la cara externa del muslo derecho. Trasteó de manera desigual Solera al bronco y rajado novillo. Pinchó una vez, y tras dejar una estocada casi entera trasera y caída usó el descabello una vez para pasaportar a su oponente. Silencio y ovación que saludaron los banderilleros del galo herido.

Repitió con las manos por delante el tercero, que metió los riñones en los dos puyazos que le dieron. Miguelito dejó ver ya sus buenas maneras en este novillo que le costaba repetir y que acabó rajándose. Toreó con gusto al natural y tras una estocada caída de rápido efecto paseó la primera oreja de las que iba a cortar.

Salió airosamente el cuarto, que se paró y no humillo en el saludo capotero de Maxime. Cabeceó y tuvo una pelea deslucida en el caballo, poniendo en apuros al picador. Tardeó mucho, cabeceaba bastante y andaba poco. Con esto poco pudo hacer el novillero francés, que estuvo en la línea en la que estuvo en su primero. Pases aislados y nada hilvanado. Se le volvió a atragantar la espada y el descabello. Silencio para ambos tras aviso.

Se corrió turno y saltó en quinto lugar el sexto, que repitió con codicia y dejó al novillero valenciano estirarse a la verónica. No empujó y cabeceó en el único puyazo que tomó. Tuvo alegría al principio, y rápidamente conectó con el tendido el toreo de Miguel, pero pronto se vino abajo el de El Cahoso y comenzó a acortar el recorrido y a embestir a media altura. Otra estocada casi entera y de efecto rapidísimo, hizo que cortase una oreja.

Y aprovechando el buen ambiente que estaba generando, fue a toriles a recibir al sexto con una larga cambiada, a la que siguió un saludo jaleado con intensidad por el público. Brindó a la cuadrilla de su compañero herido. El inició por la espalda mantuvo la atención del público fija en él. Y aunque no tuvo mucho recorrido ni clase, Miguelito realizó una faena bastante notable, basada en el pitón izquierdo. La mejor de la tarde. Volvió a estar hábil con los aceros y dejó una estocada trasera fulminante. 2 orejas y la plaza a sus pies en su salida a hombros.

Plaza de toros de Pedrajas de San Esteban. Novillada con picadores. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa. Novillos de El Cahoso, bien presentados y de juego bronco y rajado.

Maxime Solera: Vuelta al ruedo, ovación en el que mató por su compañero y silencio tras aviso.

Carlos Olsina: Herido en su primero.

Miguelito: Oreja, oreja y dos orejas en el que mató por su compañero.

Quique Giménez