Cronica Luis Alberto Martin, Fotografia GLEZ. ARJONA

Orgullito, número 35 de Garcigrande indultado por El Juli en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Este sera el titular que abra en todos los medios de comunicacion relacionados con el Mundo del toro.

No vamos a dudar que el toro en la muleta tuvo recorrido, que humillo, tuvo fijeza, nobleza y que tuvo esa bravura dulce tan demandada por las figuras, esa bravura que al final no beneficia a nadie, ni al aficionado, ni a la tauromaquia pero si al empresario y las figuras. Estamos hablando de la segunda plaza del mundo, La Real Maestranza de caballeria de Sevilla deberia valorar todos los detalles y todos los tercios, el indulto es tocar la perfeccion y al toro le falto un tercio de varas en condiciones,  codicia en el caballo, apretar de verdad contra el peto, blandeo una bravura pura, que es dificil encauzar y someter. Blandeo en la primera salida del caballo y apenas fue toreado al natural, cuando el juli lo hizo le punteo en dos ocasiones y ya lo cambio de piton.

De unas temporadas hacia el presente hemos bajado el liston de una manera muy drastica, se aplaude el ventajismo al toreo, se aplaude el toro manso al ganadero, se aplaude arrastrar muletas, y llegar hasta un toro bobo. No recuerdo en que momento se perdio el norte, pero esta claro que estamos muy lejos de recuperarlo.

Julian Lopez le salio las faenas que queria, la tarde soñada, el dia del palmero, pero si analizamos en corto sus faenas, tuvo temple pero se ve mucho ventajismo en muchos momenos, la pierna retrasada para esperar al toro en el siguiente pase, el pico, sacarlo para fuera, en definitiva la tauromaquia modernista, una que tendremos que tratar de vivir con ella. Estuvo con predisposicion toda la tarde, para tratar de sacar partido del mejor lote, un lote con recorrido y transmision, la emocion que le faltaba a los toros se la ponia el publico que tenia ganas de jaleo tras varios dias de bostezos. Todo eso lo tuvo a favor el Juli para utilizar su tauromaquia, unica y basada en ocasiones del toreo de la ultima etapa de Paco Ojeda, este toreo es bonito para el espectador por su ligazon, y por repeticion pero carece de verdad y pureza para el aficionado. Dos orejas y dos orejas.

Enrique Ponce uno de los precusores de la tauromaquia modernista estuvo indeciso en su primero, un toro que no era de embestida franca, habia que tragar y ponerse. Ponce no lo vio claro y acabo con media y varios descabellos. En su segundo corto una oreja que el de Chiva paseo satisfecho, un toro manso que le toco, pero con recorrido, eso fue suficiente para construirle una faena que demostro su temple pero que tiro en exceso del pico, sobre todo en ciertos momentos de la lidia.

Alejandro Talavante no tuvo su tarde, mal lote que le toco al de extremadura, un lote soso y sin transmision con el que no estuvo agusto en ningun momento, no era su tarde y el lo sabia. Silencio y silencio.