Tras la exposición en la anterior entrega de los pelajes simples,  hoy os traigo los pelajes compuestos, si cabe, aún más interesante que los simples.

Los pelajes compuestos podemos definirlos como aquellos que se forman por la mezcla de pelos de diferentes pelajes simples. Entre ellos encontramos los sardos, salineros, berrendos, castaños, cárdenos, carboneros, burracos y los flor de gamón.

Al igual que con los pelajes simples, estos tienen diversos nombres a lo largo de la geografía de nuestra Piel de Toro, luego disculpen si no todos se ven reflejados aquí.

El pelaje sardo (0.095% de la cabaña brava) es aquel que mezcla los tres pelajes “primarios”: colorado, blanco y negro. Son toros muy llamativos generalmente y suele ocurrir que la afición en una corrida se suela poner de parte del animal cuando presenta una capa relativamente extraña o única, y esta circunstancia se repite con cada uno de los pelajes poco comunes.

También llamado “asardado” para aquel toro en el que predominan los pelos negros y colorados sobre el blanco, aunque eso no sea así cierto puesto que ese toro pasará a denominarse como castaño entrepelado o castaño salpicado en función de la distribución del pelaje blanco sobre el toro.

Hay tres variantes:

  • Sardo Claro: predominancia del pelo blanco sobre los otros dos. Posible confusión con un ensabanado mosqueado (por ejemplo) en castaño.
  •  Sardo Oscuro: predominancia del pelo negro sobre el blanco y el colorado.
  •  Sardo, como tal: predominancia del pelo colorado.

Toro “Ventero” de D. Santiago Domecq.

Los toros salineros (0.06%) son los que en su capa mezclan pelos colorados y blancos. En Andalucía llamados también rosuelos, debido al tono rosado de la capa, pero debido a la confusión que puede originar con el accidental arrosalado debemos desechar.

Hay dos variantes:

  • Salinero Claro: pelaje en el que predomina el color blanco.
  • Salinero Oscuro: en él predomina el pelo colorado. Puede ser confundido a veces con un colorado salpicado, pero el salpicado es un accidental menor.

Toro salinero de D. Jose Luis Osborne

El pelo berrendo es, probablemente, el que más complicaciones crea para clasificar sus variantes puesto que sólo dos son verdaderamente claras en la diferenciación. El pelaje consta de una pinta base sobre la que se disponen manchas de uno o varios colores, esto es, si la pinta base es el ensabanado o blanco las manchas serán de otro pelaje y viceversa. Además, estos pelajes, tienen como condición sine qua non para su reseña el nombrar (al igual que se hace por regla general con los accidentales) primero aquel pelaje que predomine, por ejemplo: si en una res predomina el pelo blanco sobre el/los otro pelos se denominará “berrendo en …” mientras que si es más el pelo de esa otra pinta se dirá que es un “… berrendo”. Además, y como cierre de la descripción de este pelaje, existe una “variante” si así lo pudiéramos llamar que se aplica a las cuatro que a continuación describo. Ésta es la de berrendo en X … SUCIO, la cual es relativamente común entre las reses oriundas de Hidalgo Barquero que pastan en la ganadería de Jódar y Ruchena (antes Marqués de Ruchena), y a la cual pertenece este lustroso toro.

Toro berrendo en negro aparejado y sucio de la ganadería Jódar y Ruchena.

En él se observan pequeñas manchas diluidas y sin forma definida en las zonas blancas. Se engloban en este pelaje hasta cuatro variantes, como he dicho antes:

  • Berrendo aparejado: Se trata de un tipo de pelaje berrendo en el que la mancha o manchas se sitúan a ambos costados de la res, como por parejas, y queda el blanco para el vientre, el pecho, los cuartos traseros y el espinazo. Suelen ser berrendos, además, capirotes.

Novillo de Quintas (Encaste Martínez) berrendo en negro aparejado en los corrales de Las Ventas.

  • Berrendo remendado: Como hecho a remiendos. Berrendo cuyas manchas son de diversos tamaños, se disponen en cualquier parte y posición del toro y tienen bordes irregulares. Como a retales de tela.

Novillo de Monteviejo negro berrendo remendado. Foto: A. Moore.

  • Berrendo alunarado: Formado por manchas generalmente de tamaño medio o pequeño, de forma redondeada y bien definida en sus bordes. Presentes en cualquier parte de toro.

Toro berrendo en negro alunarado. Foto: J. Porcar.

  • Berrendo almarado: Se trata de un caso similar al alunarado pero en este caso son manchas de tamaño mediano o grande, siendo la densidad de éstas baja.

Toro del desaparecido hierro de Sánchez Cobaleda berrendo en negro almarado.

Los toros castaños (3.25%) son aquellos que presentan mezcla de forma regular de pelos negros y colorados. Son más o menos comunes en todas las ramas del encaste Domecq y Núñez, ocasionales en los Murube-Urquijo, Atanasio-Lisardo, García Pedrajas, Clairac, Gamero Cívico.

Hay tres variantes:

  • Castaño claro: Predominio del pelo colorado. Confundible con un toro colorado, a diferencia de que el castaño suele ser mucho menos uniforme y presentar zonas más oscuras que otras.

Toro de Cuvillo castaño claro.

  • Castaño oscuro: Predominio del pelo negro. Casi inconfundible.

Vaca de El Tajo y La Reina castaña oscura.

  • Castaño, a secas: A groso modo, equilibrio entre ambos pelos.

La mezcla de pelos blancos y negros se denomina cárdeno (6.94%), pelaje dominante en encastes como Santa Coloma, Albaserrada o Saltillo y ocasional en Núñez (por ejemplo).

Se compone de dos variantes:

  • Cárdeno claro: En él predomina el pelo blanco. Confundible con un ensabanado algo sucio, pero es raro generalmente, o con un berrendo en cárdeno claro, más frecuente este caso.

Novillo “Guapito” de Saltillo. Cárdeno claro.

  • Cárdeno oscuro: Predomina el pelo negro, siendo muy fácil confundirlo con un negro entrepelado, solo que el entrepelado se refiere a una zona en concreto o a partes, mientras que el cárdeno oscuro es más uniforme.

Novillo de Saltillo cárdeno oscuro.

  • Burracos: Ese nombre toma el toro negro con manchas blancas bien definidas en el cuerpo. Viene del ave llamada urraca, la cual tiene la misma gama cromática. No se ha de confundir con negro salpicado, puesto que la mancha de éste último es mucho menor. Pongamos como requisito para diferenciarlos que al burraco le llega al menos hasta el morrillo o lo alto del lomo, así no habrá lugar a confusión. Es una mancha sucia y mal definida, por lo que no puede confundirse con otro pelaje que el ya nombrado.

Toro “Tormentoso” de D. Santiago Domecq.

Con ésto, finalizo las capas del toro bravo propiamente dichas, ya que en la próxima parte comenzaremos con los accidentales y entraremos de verdad en rarezas y casos particulares. Espero que les haya gustado.

Por Quesillo