Una ancianita de más de trescientos años

Hace más de trescientos años, en Béjar (Salamanca), se inició la construcción de la plaza de toros más antigua de España (algunos dicen que del mundo), conocida cariñosamente como «La Ancianita».

La localidad de Béjar, de gran tradición taurina, comenzó a celebrar sus primeros festejos en una improvisada plaza con cerramientos de barrera allá por el año 1667, tras el grandioso éxito de los festejos celebrados desde entonces, fue el duque D. Juan Manuel II quien concediera los permisos para la construcción del coso taurino.

Así cuenta la historia:

«Durante la menor edad del duque D. Manuel de Zuñiga, regentaba el Ducado de Béjar su madre, Dª Teresa Sarmiento de la Cerda, viuda del duque D. Juan Manuel I y el año 1667, la Cofradía de la Virgen del Castañar pidió licencia a dicha Señora para guiar unos toros en el monte donde esta santa imagen se venera, destinando el producto que de ello se obtuviera a gastos de la obra que se estaba haciendo en el Santuario de la Patrona de Béjar y Comarca.
La duquesa madre, que se hallaba entonces en Madrid, no accedió a la demanda, por parecerla que la función taurina no era medio adecuado al fin piadoso que se perseguía y dispuso que en lugar de toros se hiciese una soldaresca o cosa análoga, ofreciendo por su parte, pagar la cantidad que costara un toro.

El paisanaje no esperó a que llegara la respuesta de la duquesa ni, por lo tanto, la autorización pedida e improvisando una plaza cerrada con maderas, tuvo en ella la fiesta que había proyectado y tal fiesta fue la primera lidia de toros que se celebró en El Castañar. Enterada de esto Dª. Teresa, depuso al juez que permitió que ésta función taurina se celebrase.

Diez años después, el duque D. Manuel I, contrajo matrimonio y tuvo un hijo fruto del mismo. Sus obligaciones castrenses le obligaban a residir la mayor parte de su tiempo fuera de Béjar por lo que la Duquesa madre, gobernaba esta villa, impidiendo,  que alguna fiesta de toros volviera a celebrarse en El Castañar. D. Manuel, militar de vocación y profesión, guerreó en Flandes y combatió a los turcos en la ciudad de Buda, hoy Budapest, encontrando la muerte en este lugar. Al morir este, tomó posesión del Ducado de Béjar, su hijo D. Juan Manuel de Zuñiga, militar también, que sirvió a Carlos II y al primer Rey borbónico Felipe V en la Guerra de Sucesión.

En este tiempo se levantó en El Castañar una Plaza de Toros, ya metódicamente construida, con maderas enrejadas, en la cual se celebraron por segunda vez, en tan hermoso monte, grandes fiestas taurinas en el verano de 1707, con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, que luego reinó con el nombre de Luis I. El permiso que negó su abuela en 1667, cuarenta años después, lo vino a conceder el duque D. Juan Manuel de Zuñiga y el buen éxito que estas corridas tuvieron, acaso le indujera, poco tiempo después a conceder que la plaza de madera enrejada se sustituyera por el coso taurino de obra de fábrica permanente, que se levantó en el pintoresco monte de El Castañar y que hoy es la Plaza de Toros mas antigua de cuantas existen en España.

Así se muestra en el libro de la contabilidad de la Cofradía de la Virgen de El Castañar, que dice:

(Sic). “En la Villa de Béjar, Diócesis de Plasencia, en doce días de el mes de setiembre de mil setecientos once años, su merced el Señor licenciado D. Diego García…”

(Sic).” … sea dispuesto de diferentes años a esta parte hacer y celebrar una fiesta solemne en Beneración de dicha Virgen Santísima en su santa casa y a honra de su gloriosisimo nacimiento que se celebrará el día 8 de setiembre…”

(Sic) “… para la dicha fiesta de Ntra. Señora del Castañar se an de nombrar en cada año quatro Mayordomos en esta Villa y estos an de hacer la costa y fiesta de toros en la Plaza que ahora se a hecho tan embrebe, que parece deuerse atribuir a milagros de la Virgen.”

(Sic)”… se acordó que a de salir la procesión de dicha ermita llevando a Ntra. Sra. en sus andas por la calle que esta hecha para dar vuelta a la Plaza y volver a dicha ermita a colocar a su Magestad en su altar…”

Fuente: La Plaza de Toros de Béjar, es la mas antigua de cuantas existen en España, escrito por D. Juan Muñoz García.

Inicialmente, su ruedo tenía una estructura rectangular, que fue modificado en la reforma del siglo XIX, pasando a ser redondo. Actualmente podemos ver su forma original en parte de su graderío.

Con un aforo aproximado de 3500 personas y un perímetro de 41 metros de diámetro, «la ancianita» es declarada Bien de Interés Cultural en julio de 1997. Plaza de 3ª categoría, aún conserva los chiqueros y algunas dependencias autorizadas por el duque de Béjar, D. Juan Manuel II.

Fue restaurada en 1962 teniendo el festejo de reinauguración el día 1 de mayo de aquél año. El 9 de agosto de 1996 fue reinaugurada tras 27 años de inactividad con una corrida en cuyo cartel aparecían Emilio Muñoz, José Miguel Arroyo «Joselito» y José Ignacio Sánchez que lidiaron astados de Manuel San Román Valdés.
En la restauración se mantuvieron los dos tendidos originales labrados directamente en la piedra, además de haber dotado a la plaza de un callejón.

Actualmente el edificio que alberga el palco presidencial, las taquillas, enfermería y palcos se encuentra el museo taurino instalado en 1998 en el cual podremos observar objetos relacionados con los toreros y las fiestas aquí celebradas.

Sin duda alguna es una joya arquitectónica digna de ser visitada.

Por: Beatriz Blázquez