Fotografía de Fran Pérez.

Nimes 16 de Septiembre de 2018. Corrida de toros encuadrada dentro de la feria de la vendimia, de la que es considerada primera plaza de Francia. Simón Casas ha compuesto para la ocasión un festejo con protagonistas españoles pero muy del gusto francés. Tres toreros que han dado el aldabonazo y que están dando que hablar mucho en la presente temporada, tres toreros a los que Francia le ha permitido la supervivencia mientras España se había olvidado, casi por completo, de ellos. Octavio Chacón, de rosa y oro (oreja y oreja), Emilio de Justo de Ribera del Duero y oro (ovación y oreja) y Pepe Moral de Sangre de toro y oro (Vuelta al ruedo y oreja), lidiaron un encierro de Victorino Martín. Los tres toreros confirmaban alternativa en el espectacular coliseo romano.

Octavio Chacón, abría plaza toreando a la verónica un ejemplar serio de Victorino Martín de nombre “Gallego” con el que se empleó con gran valor y enorme seriedad. Hizo un buen trabajo en la brega aunque intentó colocar al toro demasiado lejos en el caballo en su segunda entrada, quizás buscando, el aplauso del público francés. Ya con la muleta construyó la faena por el complicado pitón izquierdo por donde parecía que el astado tenía poco recorrido; pero que el buen hacer del del Prado del Rey consiguió alargar a base de tesón. Fue, quizás, una faena brusca, poco elegante y menos variada posiblemente la condición del de Vitorino tuvo mucho que ver en esto, pero Chacón abusó del paso a atrás y sufrió demasiados enganchones en la franela. Tras pasaportar al toro, fue premiado con una oreja.

En su segundo toro, Chacón volvió a construir la faena por el pitón izquierdo, a base de ayudados por altos,  con largura, mientras se lo permitió el toro. Realizó una faena a media altura. Por el derecho el animal se quedaba corto en sus embestidas, a pesar de ello rompió la banda de música lo que hizo que el Gaditano se arrebatase en su labor, y metiese al público en la lidia. Falló en un primer instante con los aceros, aunque dio una gran estocada en su segundo intento. Oreja.

El segundo confirmando de la tarde, Emilio de Justo, se enfrentó a un toro brusco de poca vistosidad que tuvo poca transmisión en los tendidos, el de Victorino se empleó siempre a la defensiva y con la cara muy alta. A pesar de ello, el torero cacereño se esmeró en buscar la profundidad de cada pase. Pasaportó de media estocada muy efectiva. Ovación.

Ya con el cuarto de la tarde, se presentaba Emilio de Justo como un torero poderoso, midiendo a la perfección las distancia y presentando la muleta para pulir las embetidas del tecloso Victorino, citaba al animal con gran elegancia, con un minúsculo toque de muñeca y lo conducía en una embestida larga y profunda que se había inventado el torero de Cáceres. Con la izquierda, por donde el animal mostraba mayores complicaciones, toreo con temple y profundidad, sin arrebatos y temendamente elegante, Emilio de Justo cuajó de esta forma una enorme faena ante un complicado toro de Victorino, de perfecta colocación y a la que no le faltó emoción en ningún momento. Estocada atravesada y falló en reiteradas ocasiones con el descabello, lo que le impidió cortar las orejas al complicado toro de Victorino. Oreja.

Pepe Moral se enfrentó en el primero de su lote ante un Vitorino encastado y de trasmisión con el capote estuvo muy lucido, toreando a la verónica con enorme parsimonia. Ya con la franela hizo gala, el sevillano de Los Palacios, de una faena de enorme gusto y elegancia, de perfecta compostura y en la que jamás le perdió pasos a su enemigo. Tras estocada tendida necesito 3 intentos de verduguillo lo que le hizo perder mayor premio. Vuelta al ruedo y el toro fue aplaudido en el arrastre

El sexto de la tarde hirió a Pepe Moral cuando se le coló al ejecutar éstee sus ya conocidos naturales repletos de elegancia. El encastrado Victorino, se empleó bien en el caballo en dos ocasiones provocando la ovación al picador por su buena labor, también  fue aplaudida la cuadrilla por la brega y ejecución de las banderillas. Pepe Moral volvió a estar elegía te y firme lo que le valió cortar una oreja tras haber sido prendido. Oreja.