Plaza de toros de Albacete. Octavo festejo de la Feria de la Virgen de los Llanos. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada. Astados de Domingo Hernández y uno (3º) de Garcigrande, que fue el mejor.

Sebastián Castella (Grana y oro): Silencio tras dos avisos y Silencio.

José María Manzanares (Sangre de toro y oro): Ovación tras petición y Silencio.

Diego Carretero (Blanco y oro): 2 orejas y Aplausos.

Desrazado y deslucido el encierro de Garcigrande-Domingo Hernández esta tarde en la octava de abono en Albacete, tan sólo el tercero de la suelta dio verdaderas opciones de triunfo a su matador, en este caso Diego Carretero.

Con una larga cambiada de rodillas saludó Carretero al primero de su lote, prosiguiendo después con unos vibrantes lances a la verónica. Toro encastado y con transmisión al que cuajó el diestro de Hellín, ofreciendo una importante dimensión, en series ligadas y de mucha emoción, sometiendo a su oponente y a la vez toreando con gusto y personalidad. Gran estocada. Dos orejas.

A pesar del buen trato dado al sexto toro de la tarde, éste no rompió en la muleta, antes al contrario acabó rajado. Diego Carretero intenta en todo momento alargar la embestida del cornúpeta para que éste rompiera hacia adelante pero el ejemplar de Domingo Hernández no colabora. Media estocada. Aplausos.

El primero, falto de casta, pero con gran nobleza y calidad permitió a Sebastián Castella gustarse con el capote, primero en el recibo por verónicas y después en un quite por chicuelinas. Sin obligar al toro, a media altura y con un gran temple firma Castella una labor que alcanza cotas considerables, aunque sin poder emplearse el torero. Falla con los aceros. Silencio tras dos avisos.

Menos posibilidades aún le ha brindado al torero de Beziers el cuarto de la función, llegando al tercio final soltando la cara y con brusquedad. Comienza el trasteo Castella, con una pase cambiado por la espalda en el centro del ruedo, tratando de suavizar en lo posible la aspereza del cornúpeta. Voluntarioso el diestro francés ante un oponente falto de casta. Pinchazo y estocada. Silencio.

Buena condición ha tenido el segundo de la suelta, luciéndose de salida con percal José María Manzanares, así como más tarde en un quite por chicuelinas. Temple y despaciosidad han sido dos de los ingredientes principales de la faena del diestro de Alicante, aderezado además con el empaque y el gusto que le imprime a su toreo. Gran estocada. Ovación tras petición.

El quinto se ha rajado con descaro, pese a lo cual Manzanares intenta hilvanarle faena en terreno de toriles, tapándole la cara y obligándolo a seguir el engaño. Marra con los aceros. Silencio.

Diego Carretero ha salido por la puerta grande a la conclusión de la corrida.

Foto: María Vázquez