Una pobre entrada registró el coso de Insurgentes en lo que sería la primera corrida del año
Toros bien presentados de la ganadería de San Marcos complicados, descastados y con genio para rejones.

Emiliano Gamero pasó fatigas en el primero de su lote al que se le pasó la mano con los rejones del castigo. El toro no ayudó en el segundo tercio pues fue mermando poco a poco su desempeño y Gamero hizo su labor lo más eficiente con tal de agradar al respetable. Los forcados de Alcochete no tuvieron mucha suerte en el primero de la tarde.
Gamero es sin duda uno de los rejoneadores mexicanos con mayor capacidad y eso fue lo que demostró con el cuarto. Un toro que colaboró discretamente más que los hermanos. Estuvo acertado con un rejón de castigo que dejó al toro justo con la fuerza para que luciera el capitalino que adornó el morrillo de su enemigo de manera vistosa y espectacular con diversas suertes que elevaron la temperatura de los tendidos. Una extraordinaria pega de los forcados mazatlecos les hizo merecedores a una ovación que les otorgó la vuelta al ruedo con el rejoneador luego de que éste fallara con el acero perdiendo de este modo los trofeos que definitivamente eran muy merecidos

Luis Pimentel tuvo una tarde gris. Aunque lleno de voluntad en ambos toros se vio aún su verdor y falta de capacidad para resolver los inconvenientes que le presentaban los astados, viéndose atropellado y con poca técnica.
Definitivamente sabemos que la carga del cartel la llevaba el primer espada sin embargo esperábamos ver mucho más de este caballista. Con su primero pasó fatigas que le llevaron a escuchar silencio y para su mala suerte tendría como compañeros de lidia a los forcados mazatlecos.
Y he aquí el punto. Ellos, los forcados siempre son un apóstrofe. Pero en esta ocasión la tarde la encabezaron  ellos. Y es que fue René Tirado, el cabo del grupo mexicano el que aguantó de manera extraordinaria las descompuestas embestidas del burel, con una técnica muy pura pero el corazón puesto en cada segundo que se mantuvo prendado de los pitones y en los aires. Esto le valió que el público lo llamara y obligara a dar una vuelta al ruedo en solitario como reconocimiento a su valiosa actuación
En el segundo de su lote, Pimentel estuvo en  el mismo tenor. La voluntad existía pero las cosas no rodaron de acuerdo a la misma. Momentos que se le agradecieron pero su labor no llegó a tener voz en el tendido. No hubo grandes aciertos. Fueron en cambio los forcados de Alcochete los que dieron la nota y dieron la vuelta al ruedo acompañados del rejoneador que bien podía haberse quedado tras el burladero.

Sebastián Torre mostró cualidades muy grandes y nos dejó ver sin duda que puede llegar a ser un rejoneador con peso específico en este país.
Con su primero estuvo acertado. Con momentos muy toreros, con una tauromaquia bien sentada y los caballos bien puestos. Sin embargo el caballista que aún carece de alternativa tampoco estuvo al nivel que una plaza como la México requiere. Mucha variedad de suertes y fallos con el acero que no le ayudaron. Los forcados de Alcochete batallaron como si de un ferrocarril se tratara pero tuvieron una gran actuación.
En su segundo hubo momentos de drama, sobretodo cuando el toro hizo por él en tablas desmontándolo aparatosamente. Afortunado fue que no hubiera ningún daño y pudiera continuar la lidia que tuvo variedad. Larga faena que no tuvo un final feliz. El potosino fue protestado por sus fallos con el descabello. Los mazatlecos pegaron al tercer intento y fueron merecidamente ovacionados.
Una tarde sin duda en que los grupos de forcados han destacado y han agradado a la concurrencia con sus buenas maneras para ejecutar una suerte que en Portugal sustituye a la muerte del toro en el ruedo!

Alexa Castillo