Un mes y medio después de sufrir un fuerte percance en Las Ventas, donde un toro de Partido de Resina le propinó una cornada de pronóstico “muy grave”, Rubén Pinar ha vuelto a probarse delante de un animal. Ha sido en la ganadería murciana de Nazario Ibáñez, donde ha tentado una vaca y un toro con buenas sensaciones, dejando atrás días de mucho esfuerzo y sacrificio en el proceso de recuperación, poniendo punto y final a este capítulo.

De esta forma, el torero albaceteño afronta ya con ilusión un otoño – invierno que será intenso y que le llevará hasta una temporada 2019 que se presenta apasionante, con la novedad, presentada hace unos días, de su nuevo apoderamiento por parte de Alberto García y Eduardo Dávila Miura.