Ayer por la tarde se celebró en la Plaza de Toros México una tienta pública en la que participaron varios matadores de los triunfadores de la presente temporada.

Era una gran oportunidad del público asistente para conocer las entretelas de la fiesta brava, participar activamente en las ceremonias más importantes de una ganadería y conocer la prosapia de la selección tan depurada que se debe hacer de vacas y becerros que en un futuro serán la simiente de la sangre del campo bravo.

Pero lo interesante del tema en realidad además de esta práctica tan importante en la tauromaquia, es el hecho de la entrada que se registró en los tendidos de la plaza.

La participación de la gente fue impresionante, y además de la tienta pudieron conocer esos recovecos de la plaza de toros a los que generalmente el público no tiene acceso.

Esto personalmente me habla de algo que me ha seguido como un credo.

La fiesta brava es del pueblo, no de las élites.

Espero que a los empresarios ya les empiece a quedar claro que la gente que paga un precio popular es quien mantiene las plazas de toros y son las voces a las qué hay que escuchar.

La gente acudió porque era una práctica gratuita, lo cual quiere decir que pese a la poca publicidad que se realiza, el público está ávido de toros, pero debido a la economía de nuestro país, no pueden pagar un boleto.

Creo que es momento de que las empresas hagan un análisis profundo y sobretodo la plaza México que durante muchos años fue la plaza más barata del mundo por la gran capacidad que tiene.

Antes podía una familia darse el lujo de ir a la plaza, hoy el gasto es enorme y tienen que verlo a través de las transmisiones en vivo, cosa que hace que se vaya el

Interés  poco a poco y así es como se pierden futuros aficionados.

La Monumental se construyó de tal magnitud con la idea de que siempre pudiera estar llena. Los precios eran congruentes a tal cuestión. Hoy escuchamos qué hay proyectos para modificar los generales y convertir este recinto en un centro comercial y buscar que se realicen diferentes espectáculos, que haya decenas de restaurantes y bares alrededor de lo que quede de plaza. Son rumores que fuertemente han crecido a lo largo de los últimos años. Ojalá que no sea de esa manera.

En los últimos años hay localidades que han incrementado su precio en un 100%. Eso no tiene lógica alguna considerando el decrecimiento de nuestra economía.

Ayer fue un día clave, donde si de verdad no entienden cuál es el sendero, habrá severos problemas y seguiremos viendo caer nuestra amada fiesta.

¿Que se deba hacer? No soy empresaria pero creo qué hay que devolverle a la fiesta la identidad y dejarse de proyectos elitistas que por lo menos en México no funcionan.

¡Ojalá pronto podamos tener nuevamente entradas dignas de la Plaza más grande del mundo!

Por Alexa Castillo