En nuestro pensamiento siempre buceamos inconscientemente en el FUTURO, un pensamiento romántico de la continuación de alguna causa. Estamos en un momento crítico de la Tauromaquia, no solo por los ataques externos de los “antitaurinos”, sino porque no tenemos un relevo generacional que implica directamente la sucesión de aficionados dentro del mundo taurino.

Uno de los puntos fuertes que están promocionando ciertos partidos políticos es prohibir la asistencia de menores de edad en los eventos taurinos, con ello pretenden atacarnos directamente donde mas nos duele, en nuestro “Futuro”, porque cuando hablamos de Futuro hablamos de todos los niños y jóvenes que no conocen todavía la tauromaquia.

Tener la mente en el futuro es la clave para intentar mantener la tauromaquia viva, necesitamos urgentemente incorporar nuevos aficionados, nuevos espectadores, nuevas personas interesadas en este arte tan maltratado desde el exterior pero que representa un fenómeno sociológico único,  y la tradición de un país que ha rugido durante siglos al grito de “OLE”.

Esperar sentados o elegir un mal campo de promoción no garantiza la continuación de la misma, es triste como cada vez la media de edad en los eventos se va incrementando sin poder parar esa debacle, creo que es deber de todos generar nuevos aficionados  e intentar incorporarlos a este ritual que tanto llamo la atención en otra época y está pasando un ostracismo causado por la ignorancia y desinformación, por el medio a lo desconocido.

Debemos de tomar partido por la promoción de la fiesta, en cada aficionado hay un defensor único que puede captar un nuevo aficionado, trabajando todos unidos por el bienestar de la fiesta, con el único de objetivo de perdurar este mundo taurino que da de comer a tantas familias. Si no actuamos ahora dentro de 10 temporadas será tarde, cada vez las plazas se quedaran más vacías… la tauromaquia ira perdiendo su intereses y sus últimos bastiones caerán, tenemos que asumir que solo los jóvenes tienen el poder de continuar con esta tradición, todo el peso esta sobre sus hombros.

Dos jóvenes emprendedores, Jaime Bravo y Juanje Herrero, están creando un dosier donde explicar cuál serán los pasos a seguir para implementar la captación de nuevos aficionados y empezar a renovar una tauromaquia que por dejadez se ha dejado de promocionar fuera de sus “muros”. Este dosier será entregado a las instituciones pertinentes, a ciertas asociaciones y a la fundación del toro de Lidia para buscar un soporte y canal de dialogo para intentar que se lleve a cabo.

Esperamos que no sea todavía tarde para asegurar el futuro de esta liturgia, del único arte en el que se conjuga la vida y la muerte en un mismo escenario.