Una agradable tarde tuvimos en lo que fue la primera novillada del llamado serial «Soñadores de Gloria» que arrancó la tarde de ayer en la Monumental Plaza de toros México.
Una muy pobre entrada que no llagó ni a los mil asistentes, en una plaza de 45,000.
Lo novillos de la ganadería de Campo Hermoso fueron desiguales en presentación, aunque en términos generales permitieron a los nóveles estar. A mi parecer, para una novillada sin picadores los novillos cumplieron en peso aunque en los tendidos se escuchaba que la novillada estaba realmente chica.
Cabe recordar que hace algunos meses, la queja era el exceso en pesos y edad de los animales. Pongámonos de acuerdo.
Hay que destacar que en México hasta hace dos años, jamás se habían celebrado novilladas sin caballos, tradición que en Europa ha dado buenos frutos pero que en nuestro país es novedad y la fiesta muchas veces no acepta de muy buena manera los cambios. Y menos en la Monumental. Así que será cuestión de ir adaptándonos y entendiendo desde cada trinchera esta nueva modalidad que nos presenta la actual empresa de la México
Isaac Fonseca tuvo una tarde meritoria.  Nuevamente hay que tomar en cuenta que estos chicos, pocas veces tienen la oportunidad de torear, por lo que no llegan con tantos recursos y obviamente carecen de oficio, sin embargo la actitud y las buenas maneras son las que los sacan a flote.
A su primero le instrumentó sendos muletazos que dejaron clara la calidad que posee.  Hubo algunos apuros sin embargo y a pesar de haber pasado en falso, afortunadamente, entre los pitones de su enemigo, dejó un grato sabor de boca que seguro le hubiese detonado una oreja misma que perdió por fallas con el acero.
Con su segundo, un novillo con mas complicaciones, estuvo muy digno y todo quedó en silencio tras haber escuchado dos avisos.
José María Mendoza tuvo en turno un muy novillo al que le sacó el mayor provecho posible, aunque en definitiva se notó su verdor y la calidad del novillo muy por encima de él
Con su segundo sólo detalles y voluntad de ser. Escuchó palmas en su lote.
Andrés Origel salió a por todas. Definitivamente se notaron sus carencias técnicas, pero trató de suplirlas de cualquier modo con esa desenfrenada necesidad de convencer al respetable que quiere ser torero. Palmas después de escuchar un aviso.
En su segundo pudo entender un poco más al novillo y aunque sin mucha ligazón, tener coro en el tendido por su esfuerzo. Fue ovacionado.
Cabe señalar que el ganadero fue sacado al tercio por el público por el destacado juego de sus novillos. Se rindió un minuto de aplausos a la memoria del recién finado matador «Chano» Ramos.
El sábado entrante comienza una nueva etapa en esta plaza que merece un capítulo aparte. El domingo, novillada aún sin conocerse los nombres de los alternantes.
Fotos Jorge Matchain
Por Alexa Castillo