Sergio Flores solventó una actuación importante la tarde de este viernes en la plaza de toros “Silverio Pérez”, dejando dos faenas de distinto corte en las que la espada le privó de cortar los trofeos. Aplaudido en su lote y con oficio fue como se retiró Flores de la afición de Texcoco. Esta tarde el triunfo fue para el diestro hidrocálido Joselito Adame que cortó una oreja de peso al primero de su lote, un ejemplar que mereció el arrastre lento de la ganadería de Torreón de Cañas.

Sergio Flores dejó la firmeza y solvencia ante el primero de su lote de la ganadería de Torreón de Cañas, un toro que no resultó fácil y que exigió al torero de Tlaxcala que supo aprovechar el fondo de calidad que tuvo, toreando con suavidad desde el capote por verónicas y chicuelinas que remató con una revolera. Inició por alto su trasteo muleteril para después encontrar el ritmo del toro, ligando series en las que el mandó fue la clave para transmitir con fuerza hacia el tendido.

“Diamante”, de 585 kilos, segundo del lote de Sergio Flores, y cierra plaza, le permitió lucir con el capote con lances a la verónica que remató con una media. Brindó su faena al respetable y después caminó con torería al toro para plasmar los primeros compases por la diestra, firmando con el trincherazo. El toro tuvo calidad y recorrido y Flores lo metió en el engaño, llevando la muleta muy baja para con torería y buen aroma firmar series con mando por el pitón derecho. Por el pitón izquierdo el toro fue tardo pero Flores le dio el tiempo y la distancia requerida para también extraer muletazos de peso. La ración de acero que dejó no fue suficiente y uso la espada cortar para acertar al primer viaje. Se retiró entre palmas.

Ficha: Primera corrida de la Feria Internacional del Caballo de Texcoco. En la plaza de toros “Silverio Pérez”, en tarde fresca y con viento, se lidiaron toros de la ganadería de Santoyo y Fernando de la Mora (rejones), y de Torreón de Cañas para los toreros de pie, bien presentados y de juego variado, destacando el primero que fue de arrastre lento.

Guillermo Hermoso de Mendoza, silencio y palmas.
Joselito Adame, oreja con petición, y palmas tras aviso.
Sergio Flores palmas en su lote.