D.Alvaro Domecq y Díez, fué un alquimista de la raza de lidia ( junto a sus hermanos: Juan Pedro, Salvador y Pedro) recibió de su padre la ganadería del duque de Veragua( la cual eliminaron casi en su totalidad, sustituyéndola por ganado del conde de la corte y Mora Figueroa) aunque D.Alvaro cogió antigüedad el 2-9-1951, pronto se deshizo de su lote familiar, para crear un tipo de toro a su gusto, y bien que consiguió el ideal del toro de lidia  ( trapío, bravura y nobleza) en 1954 compra la ganadería de Suarez Ternero que anuncia como Valcargado, eliminándola dos años después, en 1956 adquirió reses de Curro Chica ( puro Veragua – Braganza ) y vacas de Carlos Nuñez con las que venía Lancero, un semental mítico de la ganadería y uno de los pilares en su formación, más adelante añade reses de Jandilla ( propiedad de sus sobrinos los Domecq Solis) ultimando así un encaste muy particular ( en esencia es : Parladé + Veragua) en 1957 varía el hierro por el actual y pasa a anunciarse Torrestrella.

En Los Alburejos, se cría un toro hondo y huesudo ( con mucha caja que se dice en el argot)con buena cara y bien armado que no tiene problemas en los reconocimientos aún de las plazas más exigentes, eso unido a su enclasada bravura los ha hecho estar en el circuito de las ferias de primera y segunda, desde 1970 hasta la actualidad.
En Torrestrella debido a sus varias procedencias se dan un gran número de pelajes: sardo, salinero, negro, ensabanado, colorao, jabonero, castaño,etc, pero su pelo emblemático es el burraco.
D.Alvaro Domecq Romero, ha seguido fielmente las pautas y normas de su padre en la selección de un toro único y diferente muy alabado en el planeta taurino, aunque las figuras como pasa con otras ganaderías bravas de verdad, se anuncian poquísimo con ella, y eso que el Torrestrella es un toro con clase en sus muchas embestidas ( lo ideal para el toreo actual) pero no tienen nada de tontos.
Torrestrellas célebres: Abrileño, Ojito, Bienmesabe, Sevillano, Flor de Almendro, etc y Gitanito indultado por el maestro Dámaso González en la plaza de Valencia.
Sirva esta somera reseña como homenaje póstumo al maestro Dámaso ( gran torero y mejor persona) y a D. Alvaro Domecq y Díez, creador de una estirpe brava en el más amplio sentido de la palabra.
Por Rafael Falcon