Un cuarto de entrada en la plaza de toros Vicente Segura en la denominada corrida “Charra” con motivo del 39 aniversario de la inauguración de la plaza en el marco del congreso nacional De Charrería.

Se lidiaron toros de la ganadería de Real de Saltillo que estuvieron bien presentados, difíciles, descastados y sosos en general.

Emiliano Gamero tuvo una actuación destacada luciendo en sus bellas cabalgaduras y emocionando al público desde la salida de su primero al que llevó muy templado en todo momento pese a que se rajó casi de inmediato. Evoluciones toreras que como en una danza sensual logra con el caballo hipnotizar al burel, que pasmado quedaba ante las lucidas piruetas de sus enjaezadas monturas ante el gozo de los espectadores que vitoreaban cada una en un coro angelical mientras sonaba en las alturas el mariachi con los acordes del jarabe tapatío. Como una escala de sol se armonizaron los morrillos de los toros que vibraban al trote cuando el rejoneador los adornaba. Una gran actuación en ambos siendo negada la oreja del primero y tocando pelo en el segundo pese a un pinchazo.

Uriel Moreno “El Zapata” salió a mostrar sus capacidades pese a dos muy malos astados. El primero con un peligro sordo al que le pegó sendos muletazos a base de poder para poder arrebatarle la oreja tras una gran estocada. Es un torero muy querido y seguido por sus paisanos que lo jalearon con fuerza apoyándolo en cada momento. Su segundo un toro que por lo visto y valga la redundancia, tenía un problema en la vista, convirtiéndose en un peligro inminente y al que aún así banderilleó espectacularmente. Con la muleta hizo todo por agradar a la gente pero simplemente había poco por hacer.

Fue agradecida la labor del de Tlaxcala con una cerrada ovación Arturo Macías “El Cejas” reapareció del aparatoso percance sufrido en Aguascalientes el 21 de octubre pasado. No cabe duda que es notable cuando alguien ha nacido para ser torero. Como si no hubiera pasado nada salió el hidrocálido Con la intención de mostrarle a todos aquellos que se encontraban en la plaza que pese a lo que vivió hace un poco más de un mes no hay nada que lo detenga en su camino y que como él mismo dice, su vida es de esos ojos que tarde a tarde le hablan. Se sublimó en su primero y con esa entrega que lo caracteriza consiguió emocionar al cónclave. Quizá el toro menos complicado del encierro, con el que mostró que la fuente no se agota, que los manantiales brotan con más fuerza cuando algo los quiere detener, y que esa claridad del agua con que nos inunda es tan cristalina y transparente como su toreo. Se fundió con el toro para cortarle las dos orejas, las primeras después de haber vuelto a nacer. Su segundo un toro muy rajado al que fue sometiendo para aprovechar las embestidas claras que pegaba pese a su condición de huida. Nuevamente incendió los tendidos con su férrea voluntad y sapiencia, logrando cortar una oreja después de un certero descabello.

La gente verdaderamente se motivó al ver la pundonorosa actitud del diestro de Aguascalientes y salió de la plaza hablando de él. Cabe resaltar que al ser una corrida charra, la usanza de la vestimenta de los toreros fue esa y fue amenizada por un mariachi. Hubo una exhibición de escaramuza charra después del tercer toro!

 

Por Alexa Castillo

Fotografia Juan Cervantes