Siempre he sido de la condición de pensar que las Peñas taurinos tienen una labor fundamental en la propagación y creación de la tauromaquia. Los motores que dan gloria y voz al arte de cuchares, o simplemente al toro y sus encastes. En un pequeño pueblo de la Comunidad Valenciana, nos encontramos la Peña Taurina de Museros, una de esas peñas impregnadas con una personalidad llena de coraje, sacrificio y afición, mucha afición.

Esta joven Peña cuenta con 45 miembros, en los que todos y cada uno de sus componentes se vuelcan en cuerpo y mente con su afición, con su cometido, con los bous al carrer, con la integridad de los astados, y con su pueblo. Mucho valor lo que alcanzan estos jóvenes dando voz a la tauromaquia  y a la vez creando afición. Porque su cometido es presentar los mejores toros posibles para la grandeza de su pueblo, y cada año se superan con creces, y sería este año en su quinto aniversario, donde escogieron con mimo los toros un toro de Miura, Rehuelga, Palha, Garcigrande, Dominguez Camacho y Santiago Domecq. Toda una declaración de intenciones y un desafío ganadero que genera mucha expectación en todos los aficionados de este maravilloso mundo taurino.

Todo por una afición, un sueño, en busca de una perfección efímera que les pueda transportar al mundo de la satisfacción personal e ilusionar a todos aquellos que se desplacen hasta su pueblo para observar o participar de la integridad de sus toros. Muchos días de trabajo durante el año, kilómetros, con frio y calor, con lluvia y viento, muchos viajes a sus espaldas para jugarse su trabajo de un año a una carta al más puro estilo valenciano. Pero todo ha sido en vano ¿o no?, mi reconocimiento lo tienen, y con el mío el de miles de aficionados, pero mañana no saldrán los toros de la Peña taurina de Museros. La burocracia, más concretamente las aseguradoras no ceden en su afán recaudatoria, y han quitado el tipo de seguro que desde hace 4 años venían utilizando en sus toros de cajón, una decisión que afecta y mucho a Museros, y pueblos de alrededor. Una vergüenza, un sin sentido, y un mazazo de agua fría el que se han llevado estos 45 valientes, que siempre han trabajado a brazo torcido por una tauromaquia que en ocasiones se vuelve difícil de entender. Todo por honrar un pueblo y sus gentes con una fiesta digna de recordar en toda España y marcar en rojo en el calendario nacional, en rojo pasión, el día que los toros de la Peña Taurina de Museros salen a las calles de su pueblo.

Tristes momentos que llenan de emoción mi rostro, al saber que les han quitado la ilusión a una peña, a un pueblo y a media España de disfrutar de un día de bous al carrer. Esto no se olvidara, ni caerá en saco roto, puesto que la ilusión y el trabajo de un año tiene que ser reconocido, hoy les toca sufrir, y sufriremos con ellos, pero dentro de poco les tocará disfrutar y lo haremos a su lado.

Por Juanje Herrero